Luis Adolfo Galván, uno de los futbolistas de la Selección Argentina que jugó todos los minutos en el Mundial 1978 y se consagró campeón del mundo bajo la conducción de César Luis Menotti, se encuentra hospitalizado en la clínica Reina Fabiola de Córdoba producto de una neumonía bilateral.
Evoluciona lenta pero favorablemente y en los próximos días podría ser pasado a una sala común, pero aun así genera preocupación. Es que a inicios de marzo, cuando Talleres de Córdoba venció a River por la Supercopa Internacional, su familia compartió que había estado ocho días internado por un problema renal, lo que le impidió estar presente en los festejos en el estadio General Pablo Rojas de Asunción.
«El pueblo Albiazul se une para desear una pronta recuperación a nuestro campeón del mundo Luis Galván. ¡Le enviamos fuerzas a nuestro ídolo y a toda su familia!», había publicado Talleres, club para el que jugó entre 1970 y 1982 y luego entre 1986 y 1987.
Galván, de 77 años, nació en Santiago del Estero el 24 de febrero de 1948 e hizo todas las inferiores en Independiente de esa provincia, pero debutó en el club cordobés y se convirtió en ídolo. Mantiene hasta el día de hoy el récord de presencias con la T: jugó 502 partidos, cifra que parece inalcanzable en un contexto como el actual en que los grandes jugadores del fútbol argentino son rápidamente vendidos a Europa u otros mercados económicamente más atrayentes.
Junto a Miguel Oviedo y José Valencia es uno de los tres campeones del mundo que ofrendó Talleres de Córdoba, todos ellos en 1978. Para la Selección Argentina también jugó en el Mundial de España 1982. En total, disputó 34 partidos con la celeste y blanca.
Después de su primera etapa en Talleres, Galván jugó en el Club Social y Deportivo Loma Negra entre 1982 y 1983, cuando el club de Olvarría tuvo su apogeo y ascendió a Primera. Luegó, pasó por Belgrano (1983-84), Central Norte de Salta (1984-85) y Bolívar (1986) antes de retirarse en el club de sus amores.