Fue un domingo redondo para Alexander Zverev, que en el día de su cumpleaños número 28 se consagró campeón del ATP 500 de Munich, resultado que le permitió recuperar el número 2 del ranking mundial ATP sobre el español Carlos Alcaraz, que en contrapartida perdió la final del ATP 500 de Barcelona contra el danés Holger Rune y además terminó con una lesión que pone en jaque su presencia en el Masters 1.000 de Madrid.

Zverev fue profeta en su tierra para conseguir su título 24º en el circuito ATP tras vencer al estadounidense Ben Shelton (N.15) 6-2, 6-4 en apenas 72 minutos de juego, dando una exhibición a los cerca de 6.000 espectadores.

Por tercera vez en su carrera, Zverev salió victorioso sobre el polvo de ladrillo de Munich, luego de sus títulos en 2017 y 2018, aunque este año el torneo subió a la categoría 500, la tercera de mayor importancia en el circuito ATP por detrás de los Masters 1000 y los Grand Slam.

Estancado sin buenos resultados desde su final del Abierto de Australia perdida a finales de enero en Melbourne contra el N.1 mundial, el italiano Jannik Sinner, Zverev había perdido su puesto N.2 en favor del español Carlos Alcaraz.

«Han sido unos meses difíciles», confesó Zverev, agradeciendo el apoyo a los fanáticos locales. «Sin ustedes, habría quedado eliminado», reconoció.

Pero a lo largo de esta semana en el norte de la capital bávara, Zverev encontró su mejor versión ronda a ronda, con un intenso duelo en cuartos de final contra el neerlandés Tallon Griekspoor de 3 horas y 15 minutos de duración.

«El viernes casi caí eliminado pero ahora estoy aquí, posando con el trofeo», declaró el alemán sobre ese partido.

El domingo, en la final, Zverev no tuvo ninguna bola de ‘break’ en contra y venció sin atenuantes a Shelton, un par de horas antes de otro martirio de Alcaraz.

Alcaraz, entre la derrota en Conde de Godó y la preocupación

Foto: REUTERS/Bruna CasasFoto: REUTERS/Bruna Casas

El danés Holger Rune fue el único escollo que pudo impedir que Carlos Alcaraz se quede con el título en Barcelona, con parciales de 7-6(6) y 6-2, en una hora y cuarenta minutos de juego.

Rune, sexto cabeza de serie del torneo, hizo un partido casi perfecto ante Alcaraz, convirtiéndose en el primer danés que gana en Barcelona y sumando así el quinto título de su carrera, el tercero en polvo de ladrillo después de los de Múnich en 2022 y 2023.

Y eso que el español empezó el partido muy bien, mandando en el intercambio con su derecha, ganando sus dos primeros servicios en blanco y rompiendo el de su oponente para colocarse 3-2 y saque.

Pero Rune aprovechó un par de errores no forzados del español para recuperar el ‘break’ en el juego siguiente. Y después de que ambos ganaran su saque en blanco a continuación, volvía a adelantarse por 5-4.

Con el nórdico ya totalmente metido en el partido, Alcaraz tuvo que salvar dos bolas de set, con una derecha ganadora y una dejada, para alargar la manga hasta el ‘tie-break’, que se llevaría Rune por pequeños detalles.

Lo intentó hasta el final el murciano, que salvó otras dos bolas de set con 6-4, pero le costaba sobrevivir a cada intercambio, donde Rune se mostraba infranqueable, tanto de derecha como de revés, exigiendo devolver siempre una pelota más hasta provocar el error de su adversario.

Empezó Alcaraz la segunda manga ganando de nuevo su servicio sin ceder ni un punto y tuvo dos bolas de quiebre en el segundo, pero de nuevo reaccionó Rune para conserva su saque.

Con 2-1 a favor del bicampeón del Godó, Alcaraz pidió la asistencia médica por una molestia en el muslo pero, cuando salió de los vestuarios, ya no volvió a ser el mismo.

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El español volvió a perder su saque en el quinto set y tuvo dos bolas para recuperar el quiebre en el sexto, pero de nuevo emergía el mejor Rune para dejar claro a su rival generacional, de 21 años como él, que hoy no iba a tener opciones de llevarse el triunfo.

Desesperado, Alcaraz claudicó con esa última oportunidad perdida que ponía el 4-2 en el marcador. El murciano intentaba acortar los puntos en busca de un cambio de tendencia que obrara el milagro, pero Holger Rune volvía a replicar con furia con un nuevo ‘break’ y un último servicio ganado en blanco para cerrar el partido por 6-2.

De este modo, la decimotercera raqueta mundial, que regresará al ‘top 10’ con su victoria en el Godó, acabó con una racha de catorce partidos seguidos de Alcaraz ganando en Barcelona y privó al español de su decimonoveno título de su carrera, tercero del año tras los conseguidos en Rotterdam y Montecarlo.

«Por lo que he notado, creo que van a ser solo dos días de descanso que, aunque no me hubiera hecho daño, los hubiera tenido igualmente», aclaró Alcaraz, quien jugó diez partidos en doce días -ganó la semana pasada en Montecarlo-.

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Por eso destacó que está «a los pies de Rafa (Nadal)», porque «mantenerse ganando semana a semana» en la gira europea de polvo de ladrillo, como hizo el doce veces vencedor del Conde de Godó, es «algo muy difícil que aún valoras más cuando lo vives desde dentro».

Alcaraz reveló que Nadal le escribió dándole «ánimos» tras perder la final con Rune: «Y también me ha dicho que espera que lo del aductor no sea nada».



Fuente Clarin

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