“¿Todos vieron lo mismo, no? ¿Estamos de acuerdo?”, se limitó a sugerir Sergio Gómez, medido en su enojo, en la conferencia de prensa. ¿De qué hablaba uno de los entrenadores de Platense junto a Favio Orsi? De la jugada que hizo explotar de bronca a jugadores, cuerpo técnico, dirigencia e hinchas del Calamar en el partido contra Barracas Central, uno de los que abrió la undécima fecha de la Liga Profesional de Fútbol. Fue una de las grandes polémicas de la jornada, pero como ocurrió el viernes de la fría noche en Vicente López casi nadie habló. Siga, siga…

Fue un penal más grande que una casa (muy grande). Ocurrió a los 2 minutos del complemento tras un remate de Guido Mainero, extremo del local, que iba al arco y dio claramente en la mano extendida y en posición antinatural de Gonzalo Goñi, zaguero del Guapo. Una acción que fue escandalosamente omitida por el árbitro Sebastián Zunino, que en un primer golpe de vista hizo el gesto de que el defensor tenía el brazo pegado al cuerpo, y por Yamil Possi, a cargo del VAR, quien se tomó un buen tiempo para mirar una y otra vez la jugada.

Y lo peor no fue que la jugada no sólo no se revisó en la cancha -Zunino reanudó el juego sin pasar por el monitor ubicado al costado del campo de juego-, sino que la Asociación del Fútbol Argentino tampoco consideró necesario aclarar la situación y hasta este lunes al mediodía no difundió en su canal de YouTube los audios de la conversación entre el juez de la cancha y el que maneja la tecnología.

¿Extraño? Para nada, más allá de que el beneficiario vuelve a ser el club que sirvió como trampolín para que Claudio Chiqui Tapia alcance el poder absoluto en el fútbol argentino: en este torneo se llevan jugados 151 partidos y apenas fueron publicadas cinco acciones polémicas y todas, obviamente, con aciertos de los referís o justificaciones. Aquí, claro, no ha pasado nada.

Cinco polémicas y ningún error

El 18 de septiembre de 2023, la AFA anunció a través de su sitio web la decisión de dar a conocer los audios y los videos de las jugadas polémicas de cada fecha. «Luego de un proceso de adaptación de la herramienta VAR en el fútbol argentino, esta Asociación publicará en sus canales oficiales al término de cada fecha de la Copa de la Liga audios y videos de análisis de jugadas específicas que presenten cierta dificultad de resolución. El objetivo de esta decisión implica esclarecer el trabajo del cuerpo arbitral durante los partidos», se jactaba la casa matriz de la pelota.

Desde entonces, hace 11 meses, se difundieron 75 videos. Lo llamativo es que desde el duelo de cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional entre River y Boca, cuando se esclareció la atajada sobre la línea de Chiquito Romero tras un rebote en Cristian Lema, solo hubo cinco situaciones para aclarar a través del canal de You Tube. Ninguna antes del receso por la Copa América. Y en cuentagotas desde que se reanudó la acción de la Liga Profesional.

Si se va de atrás para adelante se ofreció un acierto del VAR que le recomendó a Fernando Echenique expulsar a Yonathan Cabral, de Gimnasia, en el partido de la sexta fecha contra Independiente Rivadavia.

Por la misma jornada, se compartió un acierto de Fernando Rapallini al no cobrar una mano de Abel Luciatti, de Lanús, por la que River pidió penal en el Monumental. Bien por los árbitros.

Luego, en la fecha 7, en el 3-2 de Lanús-Belgrano, una corrección del VAR que convalidó el gol de Franco Jara después de que el asistente levantara el banderín en un error milimétrico.

Ya por la jornada 9, en Newell’s-Estudiantes, entregó luz -o sombras- sobre el cuarto gol del Pincha. Las imágenes de la transmisión mostraban que el balón había pegado en el pie del asistente Sergio Ranieri, pero desde el VAR, manejado por Ariel Penel, le dieron la derecha al juez de línea, que juraba y perjuraba que no había existido contacto, y a Fernando Espinoza por haber convalidado el gol. Esa conquista no debió valer.

Por la misma fecha, en contrapartida, mostraron cómo el VAR corrigió a Hernán Mastrángelo, que le había exhibido apenas amarilla a Alex Luna por una dura entrada sobre Malcom Braida. Son, en definitiva, cuatro aciertos de la tecnología que hicieron justicia y una justificación de una polémica.

Algo que ni siquiera sucedió con la jugada de Mainero y Goñi. Tampoco con los penales que sufrieron Mateo Pellegrino y Baldassarra. Y que resultó aún más grotesco después de que Pablo Echavarría, 48 horas más tarde, cobrara una mano similiar de Marcos Rojo en el penal que Andrés Vombergar transformó en el 1-0 parcial de San Lorenzo sobre Boca, en la Bombonera.

«La filosofía del VAR es ‘mínima interferencia, máximo beneficio’. No busca exactitud ni tampoco busca la mejor decisión. La intervención debe ser determinante. La decisión final la tomará ‘siempre’ el árbitro y será responsable de dichas sanciones. Solamente cambiará si la revisión demuestra un ‘error claro y obvio'», avisaba la AFA aquel 18 de septiembre en ese comunicado. Mínima interferencia, máximo beneficio… ¿Para quién?



Fuente Clarin

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