Cristiano Ronaldo se convirtió este sábado el muchachito de la película en el día 9 de la Eurocopa 2024. Y no sólo porque la selección de Portugal se clasificó para los octavos de final de la competencia luego de vapulear por 3-0 a Turquía, con un increíble gol en contra incluido, sino porque en la última conquista de lusos tuvo un acto de extrema generosidad con Bruno Fernandes.
Todo el mundo elogió que dejó de lado la posibilidad de pegar su primer grito en el torneo. Sin embargo, el gesto de altruismo tuvo un motivo: con ese pase previo a la definición se convirtió en el máximo asistidor de la historia de certamen continental.
Sí, CR7 no da puntada sin hilo. Con esa asistencia llegó a las 7 -son 252 en su carrera- y dejó atrás al checo Karel Poborsky, con quien compartía la plusmarca hasta hace unos minutos. Además, el de Isla de Madeira llegó a Alemania con el récord de ser el máximo goleador histórico de la Eurocopa con 14 tantos. Una máquina a la hora de influir en el juego ofensivo de su seleccionado.
Y no se queda ahí. También es el que más partidos jugó (28), el que más minutos disputó (2.333), el que más tiros en los palos estrelló, el que más veces usó la cinta de capitán, el que más victorias consiguió y el que marcó en más ediciones (5) y el que en más ediciones participó (6). Terrible.
Tanta grandeza sirve como explicación para las cinco invasiones de campo de juego que se produjeron en el Westfalenstadion, la casa del Borussia Dortmund.
No tuvo goles, pero sí un nuevo récord y ¡cinco peticiones de foto de parte de intrusos en pleno partido!. Cristiano Ronaldo, a regañadientes y porque se trataba de un pequeño, aceptó la primera, pero se lo vio visiblemente molesto en las demás.
De hecho, uno de los invasores recibió un fuerte golpe de los agentes de seguridad después de que el portugués lo esquivara.
CR7 es el señor de los récords. Incluidas las selfies. Aunque, claro, habrá que revisar el historial de invasiones y fotos que lleva un tal Lionel Messi.