A pesar de los silbidos que recibió de sus propios hinchas en el Monumental, Martín Demichelis fue el ganador de la fecha en el inicio de la Liga Profesional, en la que River defiende el título por ser el último campeón, el año pasado, en el primer torneo del cordobés al frente del Millonario. Es que de los equipos denominados grandes el único que consiguió un triunfo fue el conjunto de Núñez, que ahora se prepara para intentar sellar la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores.
Ni Diego Martínez ni Carlos Tevez ni Gustavo Costas ni Leandro Romagnoli pudieron arrancar el torneo con el pie derecho. Boca (cayó 1-0 con Atlético Tucumán), Independiente (1-3 contra Talleres) y San Lorenzo (0-1 ante Riestra) perdieron en el debut de la Liga, mientras que Racing empató (4-4 frente a Belgrano), aunque el encuentro ante el Pirata cordobés lo sintió como una derrota ya que iba ganando 4 a 1.
Todos esos entrenadores recibieron cuestionamientos. Ya sea por planteos, por rotaciones, por cambios o por continuidad de flojos rendimientos y resultados adversos. En cambio, Demichelis esta vez no fue sometido a la crítica futbolística, más allá los reproches que recibió a modo de silbidos en la previa del partido con Central Córdoba, al que su equipo goleó 3 a 0.
Tanto Micho como sus colaboradores consideran que la reacción de los hinchas fue “excesiva” e “injusta”, pero respetan la expresión popular. De hecho, el propio entrenador de River no confrontó con los fanáticos riverplatenses, sino todo lo contrario, cuando en la conferencia de prensa posterior al triunfo sobre Central Córdoba, manifestó: “Soy el responsable del equipo y el hincha tiene libertad de expresarse y manifestarse, pero mi amor por el club es tan grande que voy a respetar siempre a los hinchas. Si están descontentos por algo, habrá que seguir esforzándose para mejorar y que el equipo juegue bien”.
Más allá de la resistencia que encuentra en el hincha, Demichelis sigue su camino. Y ahora su cabeza, como la de todos los jugadores está puesta en el partido frente a Libertad, en el que un empate le alcanza para obtener el pasaje a los octavos de final de la Copa Libertadores. De todos modos, la intención es conseguir un triunfo que no deje dudas para, además, lograr otro premio: la clasificación al Mundial de Clubes. Para ello, River debe ganar.
El plantel del Millonario quedó con la sangre del ojo después del empate ante Nacional porque iba ganando 2 a 0 y tras el mal desempeño arbitral de Anderson Daronco (fue sancionado por la Conmebol y no dirigirá las últimas dos jornadas de la fase de grupos), quien debió expulsar a dos futbolistas del equipo uruguayo, luego River flaqueó y terminó 2 a 2. Entonces, en Núñez buscarán cambiar la imagen.
Ante Libertad, al que ya venció 2-1 en Asunción, River intentará dar un mensaje no solo puertas adentro, sino también hacia afuera. Y qué mejor que hacerlo en el Monumental, con el respaldo de 85 mil hinchas. Ganar no solo sirve para obtener la clasificación, sino también para escalar posiciones entre los mejores primeros, para luego definir la mayor cantidad de series posibles en Udaondo y Figueroa Alcorta, donde, desde la llegada de Demichelis, el equipo de Núñez obtuvo el 86 por ciento de los puntos, al ganar 27 de los 33 partidos que allí disputó y empatar 4. Solo perdió en dos ocasiones.
A pesar de ello, y de los tres títulos obtenidos (Liga Profesional, Trofeo de Campeones y Supercopa Argentina) Demichelis no logró entrar aun en el corazón de los hinchas. Al parecer, pesan más, por el momento, las eliminaciones tempraneras del año pasado en la Copa Libertadores y Copa Argentina; la reciente caída ante Boca en la Copa de la Liga, los problemas de vestuario del año pasado y la salida de Enzo Pérez. También, los constantes cambios que llevaron a perderle al equipo cierta identidad. Esa es otra de las críticas.
De todos modos, Demichelis sigue su rumbo e intenta que su equipo juegue mejor y produzca buenos resultados. Habrá que ver cómo lo reciben ante Libertad en la noche copera que se avecina en el Monumental. Él, de todos modos, tratará de abstraerse y poner el foco en lo que pase en el campo de juego e intentar seguir cosechando triunfos.