Fue una semifinal de locura en Wembley. Es que Manchester United rió último y rió mejor, pero sufrió una enormidad para vencer a Coventry City y convertirse en el rival de Manchester City en la definición de la FA Cup, el torneo de clubes más antiguo del mundo.
Es que el equipo de Erik ten Hag, con Alejandro Garnacho como titular, ganaba 3-0, pero su rival, octavo en el Championship -la segunda de Inglaterra- reaccionó y no sólo se lo empató en la última jugada de los 90, sino que casi se lo gana en el cierre del suplementario. Al final, los Diablos Rojos tuvieron más puntería en los penales y lograron el pase de ronda.
Todo era color de rosas para los Diablos Rojos. A los 23 minutos había abierto el marcador McTominay y antes del descanso había aumentado Maguire. Ni qué hablar cuando Bruno Fernandes puso el 3-0 antes del cuarto de hora del complemento.
Sin embargo, Coventry City empezó la remontada con el gol de Simms a los 25 minutos del final y al ratito con el grito de O’Hare. Parecía imposible hasta que Wright, de penal, le dio el inesperado empate en el quinto minuto del descuento.
Un partido de locos que siguió con el tiempo extra. Allí fue de ida y vuelta y el equipo celeste y blanco estuvo a centímetros del milagro. Es que en el último minuto del suplementario se había puesto 4-3, pero Wright tenía la puntita de un pie posición adelantada. Y el VAR lo dejó sin milagro. Luego llegaron los penales y el desahogo para los de Ten Hag.