Con un gol de penal del argentino Lucas Beltrán a cinco minutos de cumplirse el tiempo reglamentado, Fiorentina empató 1-1 en su visita al Brujas y se metió a la final de la Conference League. Ahora espera por Olympiakos o el Aston Villa de Emiliano Dibu Martínez, que definirán este jueves en Grecia con ventaja de 4-2 para los locales.
El cordobés se vistió de héroe para toda una ciudad que, a principio de año, cuando llegó procedente de River, le exigía mucho más. Tardó en adaptarse, pero su rendimiento ha sido superior al esperado bajo las órdenes de un Vincenzo Italiano que confió en su juego, retrasó su posición y exprimió sus condiciones para obtener un billete a otra final europea.
El premio se lo dio este miércoles, en un partido que estuvo a punto de irse a la prórroga y en el que la Fiore viajó a Brujas con una ventaja mínima (3-2 en la ida) y a los 20 minutos vio cómo los belgas igualaron con el tanto de Vanaken -en una especie de centro-tiro al arco que se envenenó y que no llegó a tocar De Cuyper, pese al amago de cabezazo- y dominaron durante la primera etapa.
Pudo el conjunto italiano, incluso siendo inferior, empatar el duelo en la primera mitad, pero el argentino Nico González, el mayor talento del equipo, desaprovechó la ocasión más clara. Un uno contra uno en el que no definió como se esperaba en un primer momento, y cuyo rechazo cayó en los pies de Beltrán, que ya rozó el tanto.
Igual que el marfileño Christian Kouamé, que con un remate acrobático de volea se topó con el travesaño. Fueron dos acercamientos peligrosísimos, pero fueron los únicos en una parte controlada por los locales.
El Brujas se marchó al descanso con el partido controlado y por delante en el marcador, confiado en, al menos, llegar a la prórroga. Un sentimiento que seguramente se afianzó cuando, en la segunda mitad, pese al dominio de la Fiore, que salió con otro ritmo, era incapaz de marcar.
Solo un error del Brujas podría abrir la puerta. Y llegó en forma de penal. Un rodillazo de Brandon Mechele al angoleño M’Bala Nzola cuando intentaba cabecear fue más que suficiente para que el árbitro señalase la pena máxima. Allí apareció Nico González, que había fallado sus 2 últimos tiros, pero finalmente le cedió la pelota a su compatriota Beltrán, el héroe de la noche.
El Brujas, a la desesperada, tuvo un par de buenas ocasiones para llevar la eliminatoria a la prórroga, pero se topó con el arquero italiano Pietro Terraciano, autor de dos paradas providenciales para evitar que los belgas disputaran una final después de 46 años.
El equipo de Florencia, en tanto, ya palpita la venganza, ya que volverá a jugar la final de la Conference League apenas un año después de perder el título contra el West Ham inglés (2-1 en Praga).
El partido, programado para el 29 de mayo en Atenas, lo disputará contra el Olympiakos o el Aston Villa, que el jueves disputarán la vuelta en Atenas, con ventaja para los griegos tras su victoria 4-2 hace una semana en Birmingham.
Además, será la sexta final de la Fiorentina en torneos continentales, de la que sólo ganó una, la de la extinta Recopa de la temporada 1960-1961. Perdió la de la Copa de Europa de 1957 (contra el Real Madrid), la de Recopa en 1962, la UEFA en 1990 y la mencionada de la temporada pasada en la Conference League.