La caída ante Tigre fue tan decepcionante que Fernando Gago, muy a pesar de ser un recién llegado, quedó expuesto en su debut. Por supuesto, es difícil argumentar que tiene toda la responsabilidad, aunque el técnico se hizo cargo en la conferencia de prensa. Ahora mismo, a solo 24 horas de un choque clave por la Copa Argentina, las preguntas alrededor de Pintita tienen que ver con el equipo que presentará ante Gimnasia. ¿Hará cambios profundos o respaldará al mismo equipo que cayó 3 a 0 en Victoria?

Gago abrió la puerta en cuanto a la continuidad de Sergio Romero, tal cual publicó Clarín el lunes. No obstante, hay una amistad entre el técnico y el arquero que viene de los tiempos en los que compartieron la Selección Argentina. Y aunque Pintita aseguró que no pesarán los apellidos sino el presente, podría darle una nueva oportunidad a Chiquito para no quemarlo. Sí, a pesar de que Leandro Brey respondió contra Belgrano y Argentinos Juniors y que el misionero volvió a mostrar poca seguridad, el número uno continuaría bajo los tres palos. Sobre todo, porque la definición por penales es una posibilidad.

El caso de Marcos Rojo es similar con una salvedad: a diferencia de Romero, no quiso agarrarse a las trompadas con los plateístas, como pasó tras el Superclásico. Eso sí, hay una coincidencia con Chiquito; también tiene una relación personal con Gago. Así y todo, está desaprobado por la gente, pero tiene un respaldo que resulta importante para el día a día de Boca, habitualmente cargado de presión: el vestuario.

¿Cómo tomaría el plantel la salida de dos referentes justo después del primer partido? Hay una situación que favorece a Rojo, muy a pesar del contexto. Se trata del único central zurdo con el que cuenta Gago. Nicolás Valentini está apartado por decisión del Consejo de Fútbol, ya que no quiso firmar la renovación de su contrato y se irá con el pase en su poder a fin de año. Cristian Lema, Gary Medel y Nicolás Figal son diestros como Aaron Anselmino, que será titular ante Gimnasia.

¿Y qué hará con Pol Fernández? El rosarino ingresó en el segundo tiempo en reemplazo de Ignacio Miramón, que no tuvo un buen partido. Es más, uno de los puntos débiles del equipo estuvo en la mitad de la cancha.

Si repite la formación que arrancó con Tigre, Gago tendría que hacer unos retoques tácticos, como hizo en el complemento. Entonces, Kevin Zenón dejó de jugar centrado para abrirse a la derecha y Brian Aguirre, que arrancó por la derecha, se movió a la izquierda en la etapa final para aprovechar la diagonal con el perfil invertido. Más tarde, en ese 4-3-3 inamovible, entró Exequiel Zeballos.

Zenón, uno de los que seguiría en el once de Gago.
Foto : Fernando de la OrdenZenón, uno de los que seguiría en el once de Gago.
Foto : Fernando de la Orden

Miguel Merentiel, por su parte, se sintió incómodo por la izquierda y en el segundo tiempo se movió al centro, detrás de Edinson Cavani, pero tampoco se desempeñó en su posición natural. Y por más que compartió el ataque con su compatriota en el ciclo de Diego Martínez, en algunos partidos con éxito, el sábado se lo vio muy bajo.

Todas las decisiones que tome Gago serán analizadas con minuciosidad. En definitiva, se sentó en un banco caliente. La campaña, por ahora, es lamentable y por eso Juan Román Riquelme decidió prescindir del anterior entrenador. De los últimos 22 partidos de visitante, apenas ganó 4. En la Bombonera, perdió el invicto de local contra River, justo después de un año. Jugar bien, por ahora, es una deuda. ¿Lo logrará con el nuevo técnico? Lo más importante, claro, es ganar para alcanzar el objetivo de la clasificación a la Copa Libertadores de 2025.



Fuente Clarin

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