Gonzalo Peillat quería ser bicampeón olímpico, aunque ya no fuera con la camiseta celeste y blanca. Para acceder a ese partido por el oro con Alemania, país en el que juega profesionalmente al hóckey sobre césped y del que se nacionalizó en 2022, tuvo que vencer a la Argentina en semifinales. Sin embargo, Países Bajos le negó esa posibilidad al jugador surgido en Mitre, que debió conformarse con la medalla plateada en los Juegos Olímpicos de París 2024.
El defensor fue titular en el equipo alemán, que corrió de atrás contra Países Bajos. En un partido cerrado que se abrió recién en el último cuarto, los neerlandeses se pusieron en ventaja mediante Thierry Brinkman de córner corto a los 46 minutos y estuvieron cerca del segundo tres después de no ser por una atajada clave de Peillat, que ofició de arquero para rechazar con su palo ante un arco vacío.
Justamente, en la contra de esa tapada del argentino a Koen Bijen llegó el empate alemán. En la jugada fija, Peillat era el gran candidato con su arrastrada implacable que tanto perfeccionó gracias a la ingeniosa idea de papá Emilio de agujerear bochas y llenarlas de arena cuando todavía era un adolescente. Sin embargo, el parador Thies Prinz falló, no detuvo bien la bocha y tuvo que improvisar un remate, que ante la sorpresa del rival impactó de lleno en la tabla.
El partido se diluyó con el empate 1-1 y fueron los penales australianos los que definieron al campeón olímpico. Allí, el arquero alemán Jean Paul Danneberg se lució, pero no tanto como Pirmin Blaack, que les atajó a Wellen, Müller y Prinz. Si bien Weigand convirtió y dejó abierta la serie, Duco Telgenkamp la cerró con una definición implacable y también una polémica: salió a gritarle el gol a Danneberg -a quien calló con su dedo y le pegó un manotazo al casco- lo que despertó la bronca alemana en medio del festejo neerlandés.
.El oro de este jueves es el tercero para el seleccionado masculino de Países Bajos, que previamente ganó los Juegos de Atlanta 1996 y Sidney 2000, y la plata de Alemania, que es la vigente campeona del mundo y que superó a India en semifinales (3-2), es la tercera de su selección, tras las logradas consecutivamente en Los Ángeles 1984 y Seúl 1988
En el partido por el bronce India ganó a España 2-1 y repitió el tercer puesto conseguido hace tres años en Tokio, podio que habían completado Bélgica (oro) y Australia (plata).