San Lorenzo no tiene paz. Después del embargo que pidió Ignacio Piatti sobre la sede de Avenida La Plata y la controversial rescisión de contrato de Jaime Peralta, este miércoles arrancó con otra noticia fuerte. Oswaldo Balanta, jugador de la Reserva, sufrió un paro cardíaco, se desvaneció en el medio de la práctica y tuvo que ser reanimado por los médicos a través de maniobras de RCP. Ahora, se encuentra internado en el hospital Piñeiro, acompañado del cuerpo médico del club y sometido a estudios para determinar el origen de la afección.
Según le confiaron los testigos a Clarín, Balanta se desplomó en el pleno entrenamiento. Como no reaccionaba, sus compañeros se asustaron. El doctor Sebastián Roldán actuó de forma inmediata. El colombiano de 23 años fue trasladado en una ambulancia al sanatorio ubicado en la avenida Varela, donde ingresó acompañado por el director deportivo Angel Bernuncio, el manager Carlos Sánchez y el secretario Martín Cigna.
El plantel tenía previsto viajar a Córdoba, donde este jueves enfrentará a Instituto por el Torneo Proyección. Los dirigentes están haciendo gestiones para suspender el partido, ya que el plantel se encuentra afectado emocionalmente.
Balanta llegó a la Ciudad Deportiva a principio de año. Nacido el 4 de febrero de 2002 en Santander de Quilichao, un municipio del Valle del Cauca, a 45 kilómetros de Cali, está a prueba en San Lorenzo. Se formó futbolísticamente en la Academia Boca Juniors de su país. Jugó el Torneo Dimayor II, la segunda división de Colombia, certamen en el que disputó 25 partidos y marcó 3 goles.
Delantero de 1,90 metros, zurdo, con buenas referencias de su compatriota Sánchez, se sumó a la Tercera de San Lorenzo con gran ilusión. Resta conocer los exámenes médicos para evaluar los pasos a seguir. A mediados de febrero se había realizado los estudios de rutina y no había surgido ninguna anomalía en su salud, de acuerdo a lo informado por el club.
Mientras el foco pasaba por el colombiano Balanta, su compatriota Peralta se presentó en la Ciudad Deportiva, pero el cuerpo técnico de Miguel Russo no le permitió trabajar a la par del plantel que el viernes enfrentará a Lanús.
El delantero, que había marcado el gol del triunfo ante Racing, se ausentó a tres prácticas y el martes colmó la paciencia del entrenador y los dirigentes. Por eso mismo, se resolvió su desvinculación, a pesar de que tenía contrato hasta fin de año.
«Así es mi vida. Miles de rumores y nadie sabe la verdad», posteó Peralta desde su cuenta de Instagram con un emoji de risas. Lo hizo en el vestuario, donde tuvo que permanecer al encontrarse con la negativa de formar parte del entrenamiento matutino.
El atacante había llegado a préstamo desde Deportivo Cúcuta con un cargo de 150 mil dólares. El lunes por la noche se sacó una foto con los jugadores brasileños que jugaron ante la Selección Argentina, el martes no apareció por el Bajo Flores y el presidente Marcelo Moretti tomó la decisión de despedirlo.