ocho equipos en busca del último ascenso

Cuatro representantes del Área Metropolitana de Buenos Aires y cuatro del resto de país pujan por la última gran recompensa. En una reedición deportiva de la disputa entre unitarios y federales, el Reducido de la Primera Nacional ofrecerá este fin de semana el primer capítulo de los choques de los cuartos de final. En el punto de llegada de este camino, uno de estos ocho conjuntos se quedará con el segundo pasaporte para acceder a la Liga Profesional de Fútbol 2025 y se convertirá en el acompañante de Aldosivi en ese viaje.

En esta instancia competirán los siete equipos que superaron la primera ronda del minicertamen y también lo hará San Martín de Tucumán, que domingo perdió la final por el primer ascenso frente al Tiburón marplatense. Los cruces se jugarán a doble partido y se definirán en el estadio del elenco que haya terminado mejor ubicado en la etapa regular del certamen, que además contará con una ventaja extra: en caso de igualdad de puntos y goles tras los 180 minutos, avanzará a las semifinales.

Los cuartos de final se abrirán con el duelo, a priori, más atractivo de esta ronda: el que protagonizarán San Telmo y San Martín de Tucumán el sábado a las 13.40 en el estadio Osvaldo Baletto de Isla Maciel (transmitirá TyC Sports). De un lado, el equipo que exhibió un juego más vistoso a lo largo del certamen; del otro, el que más puntos sumó.

El Candombero está viviendo una temporada de ensueño. Con un presupuesto sumamente austero y sin nombres rutilantes en su dotación, Alfredo Grelak fraguó un equipo sólido y valiente, que se plantó ante cualquiera en cualquier terreno y peleó hasta la última fecha por el primer puesto de la zona B. Incluso fue el conjunto que más puntos obtuvo en ese grupo, pero el descuento de tres unidades por los incidentes ocurridos en su estadio antes del partido contra Aldosivi, por la 19ª fecha, lo relegó al quinto puesto.

Telmo también demostró entereza para transitar cada una de las adversidades que soportó este año: aquella sanción que le impuso el Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino, la suspensión de su estadio, la imposibilidad de contar con el apoyo de su público, algunas decisiones arbitrales muy discutibles que le costaron puntos y la frustración de no poder acceder a la final por el primer ascenso. El fin de semana pasado, dio otra muestra de carácter al derrotar 1 a 0 y sin pasar sobresaltos a Gimnasia de Jujuy.

Esa fortaleza deberá mostrar San Martín, que tendrá que lamerse las heridas y volver a la acción solo seis días después del golpazo que representó la derrota ante Aldosivi en el Gigante de Arroyito. Para colmo, a ese traspié siguieron críticas muy fuertes de muchos simpatizantes y rumores (de esos que jamás se confirman) sobre actividades inapropiadas y falta de descanso de los futbolistas en la noche previa a la final, que no hicieron más que turbar un poco más el ambiente.

“Tenemos un grupo de jugadores que tienen años en el fútbol y que fueron autocríticos. Debemos pensar en lo que viene porque será el partido más duro de la serie, por la cancha y por el rival. Tenemos que dejar de lado la imagen del fin de semana pasado e ilusionarnos nuevamente”, sostuvo el entrenador del elenco tucumano, Diego Flores, después del entrenamiento del jueves.

Otro equipo que sufrió una frustración hace apenas un puñado de días, Deportivo Madryn, también intentará seguir avanzando en este Reducido: una de las gratas sorpresas de este certamen visitará el sábado a las 17.45 (transmitirá DirecTV Sports) a Gimnasia de Mendoza en el estadio Víctor Antonio Legrotaglie del Parque General San Martín.

El conjunto chubutense, el único de los ocho que siguen en carrera que nunca participó en un torneo de primera división, llegó a la última fecha del grupo B como líder y con el destino en sus manos, pero no pudo derrotar a Colón en Santa Fe y eso lo dejó en la puerta de la final. Después de ese impacto, el equipo dirigido por Leandro Gracián empató 0 a 0 con San Miguel el domingo en su estadio, en un partido bastante chato, y avanzó a los cuartos de final favorecido por su mejor ubicación en la etapa regular.

Esa misma ventaja aprovechó Gimnasia, que igualó 1 a 1 con Estudiantes el sábado en un duelo caliente, que incluyó en el cierre una escaramuza entre jugadores, miembros de los cuerpos técnicos, dirigentes y agentes de la Policía mendocina. Más allá de esa tangana, que se robó buena parte de la atención mediática, Ezequiel Medrán destacó el rendimiento de un equipo que también peleó hasta el final por el primer puesto en su zona.

“Yo estaba convencido de que en el tramo final (del torneo) íbamos a competir de la manera en que estamos compitiendo, con buenos recorridos, intensidad y claridad. Estamos resolviendo los momentos complejos de muy buena manera”, resaltó el DT, que tomó el timón del Pituco en mayo, cuando el equipo estaba 11°, y lo hizo trepar hasta el cuatro puesto. Ahora Gimnasia medirá fuerzas con un adversario al que batió las dos veces que se enfrentaron esta temporada: 2 a 1 en Mendoza y 2 a 0 en Puerto Madryn.

La actividad del sábado se cerrará a las 19 en el estadio Islas Malvinas de Floresta (transmitirá TyC Sports) con el duelo que protagonizarán All Boys y San Martín de San Juan, dos conjuntos que se enfrentaron hace apenas un mes en ese mismo escenario. Ese recuerdo ilusiona a los simpatizantes del Albo, ya que los suyos se impusieron 4 a 0 (los sanjuaninos habían ganado 3 a 0 en su feudo, en mayo).

Con una estructura aceitada y plagada de hombres de experiencia (entre ellos, el lateral Hernán Grana y los zagueros centrales Jonathan Ferrari y Maximiliano Coronel), el conjunto porteño, dirigido por Mariano Campodónico, bancó el chubasco en los últimos minutos de su partido frente a Colón el lunes, empató 1 a 1 y, favorecido por su mejor ubicación en el tramo largo del torneo, dejó en la cuneta a uno de los gigantes de la categoría.

Esta vez no contará con esa ventaja, por lo que necesitará hacerse fuerte en su casa ante un rival que terminó segundo en la zona A (detrás de San Martín de Tucumán), que sumó más puntos que cualquiera de los equipos del grupo B y que eliminó en la primera ronda del Reducido a Gimnasia y Tiro de Salta venciéndolo 2 a 1. “Sabemos que esto dura 180 minutos y pensamos jugar igual de local y de visitante. La idea no va cambiar mucho, quizás la estrategia pueda variar según el rival, pero siempre vamos a apostar al buen juego”, avisó Raúl Antuña, entrenador del Verdinegro.

Para el domingo quedará el duelo entre dos conjuntos con larguísimo recorrido en las categorías de ascenso y con un frondoso historial que los une: Quilmes recibirá a las 19.20 a Nueva Chicago en el estadio Centenario (transmitirá TyC Sports). Los dos terminaron terceros en sus zonas, aunque recorrieron trayectorias distintas para llegar a ese punto.

El Torito acarició la clasificación a la final por el primer ascenso, pero el boleto se le escurrió de las manos en el quinto minuto agregado de su partido de la última fecha de la zona B ante Brown de Adrogué. Después de ese golpazo, debió trabajar muy duramente el domingo pasado para reponerse de una desventaja inicial, empatar 1 a 1 con Racing de Córdoba en su estadio y sortear ese primer escollo en el Reducido gracias a su mejor ubicación en la etapa regular.

Los dirigidos por Andrés Montenegro encadenan cuatro empates en fila, no han mostrado su mejor versión en este último segmento del torneo y deberán cambiar la cara el domingo en el Centenario. A la distancia los acompañará su fiel y multitudinaria hinchada, que el jueves festejó el 43° aniversario del título obtenido en el certamen de la vieja Primera B en 1981 y del primer ascenso a la elite del fútbol argentino en la era profesional, a la espera de repetir la historia este año.

Quilmes no pudo seguirle la marcha a San Martín de Tucumán en la zona A, pero, de la mano de Sergio Rondina (reemplazó a Darío Franco en julio), tuvo un sprint final excelente. Después de batir 2 a 0 como local a Defensores de Belgrano el sábado pasado, llegará a este primer encuentro ante Chicago con el respaldo de un invicto de nueve partidos, en los que solo recibió dos goles. Además, el DT recuperará para este choque al experimentadísimo Enzo Kalinski.

“Nadie se quería cruzar con nosotros”, sacó pecho Damián Adín, lateral derecho de Quilmes, quien pronosticó que Chicago no mostrará su cara más ambiciosa el domingo en el Centenario: “Ellos son muy duros, por algo estuvieron muy cerca de jugar la final, pero ahora no vienen bien, pasaron de casualidad (contra Racing de Córdoba). Con el empate estarán bien, por lo que tendremos que hacernos cargo del partido”.

Este será el 96° duelo oficial entre Quilmes y Nueva Chicago entre Primera División, Primera Nacional y Primera B. El historial favorece al Cervecero, que ganó 41 partidos, contra 22 victorias del Verdinegro y 32 empates.