Un cumpleaños muy feliz tuvo Novak Djokovic en el ATP de Ginebra. El serbio, número uno del mundo, celebró los 37 con una victoria por 6-3 y 6-3 ante el alemán Yannick Hanfmann, en su debut en el certamen suizo, para el que aceptó una invitación a último momento. Fue su victoria número 1.100 a nivel ATP, con la que se acercó a los dos hombres récord del circuito, el estadounidense Jimmy Connors, que consiguió 1.274 en su carrera, y el suizo Roger Federer, quien sumó 1.251.
En un partido interrumpido por la lluvia en el primer set, Hanfmann solo aprovechó uno de los diez puntos de quiebre que tuvo. Le faltó convicción al alemán, que en el segundo set llegó a estar 3-0 arriba en el marcador. Pero Nole hizo valer su jerarquía y dio la vuelta la situación. Aceleró, ganó seis games consecutivos y cerró su primera victoria en Ginebra, en apenas 72 minutos.
Djokovic espera en cuartos por el ganador del duelo que disputan, al cierre de la jornada, el neerlandés Tallon Griekspoor, sexto preclasificado, y el canadiense Denis Shapovalov, que ingresó al cuadro gracias a una wild card.
Tras el cierre de su partido, el serbio tuvo un festejo especial. El público le cantó el «Feliz cumpleaños» -como ya había hecho la gente que lo había recibido cuando llegó al club más temprano- y la organización le regaló una torta, que él se animó a probar (a pesar de esa dieta estricta que sigue desde hace años) y que compartió después con los ball kids y hasta con el personal de seguridad presente en la cancha.
«Escuchar el ‘Feliz cumpleaños’ realmente me emocionó. Estoy muy contento de ganar en este día tan especial», comentó el ganador de 24 Grand Slams.
«La clave fue el cumpleaños, que probablemente no sería lo mismo si no hubiera ganado el partido», afirmó entre risas. «Es bonito estar aquí por primera vez en este torneo, con mi familia que vino a apoyarme también. He crecido con mi tía, mi tío y mis dos primos la mayor parte de mi vida. Últimamente no tenemos la oportunidad de vernos mucho, así que es muy agradable. Estoy pasando un rato muy agradable en la pista, pero también fuera de ella».
Más allá de la alegría y las bromas, el triunfo es muy importante para Djokovic, que tras un arranque de temporada peculiar, sin regularidad, títulos ni finales y con un nivel muy por debajo del acostumbrado, decidió la semana pasada viajar a Ginebra para tener un último torneo de preparación de cara a Roland Garros.
En un año en el que decidió acotar su calendario para tener más tiempo para su vida personal y cambiar todo su equipo de trabajo, el serbio lleva disputados siete torneos (contando el que está jugando esta semana). Ganó trece partidos y perdió cinco.
Si de polvo de ladrillo se habla, sus actuaciones estuvieron lejos de las expectativas (al menos las que suele generar él). Hizo semifinal en Montecarlo, en la que perdió en tres sets con el noruego Casper Ruud (10°, y fue eliminado en tercera ronda en Roma por el chileno Alejandro Tabilo (32°). En esa superficie acumula un récord de 5-2, incluido, claro, el triunfo ante Hanfmann.
Sin la contundencia ni la seguridad que mostró en 2023, año en el que parecía invencible y estuvo cerca de ganar el Grand Slam calendario (perdió solo Wimbledon), Nole quiere recuperar las sensaciones esta semana para llegar pleno a París, donde irá por mucho más que un título.
En el club de Bois de Boulogne, buscará defender la corona que conquistó el año pasado; sumar su 25° «grande», con lo que mejoraría el récord histórico que hoy comparte con Margaret Court y se transformaría en el segundo jugador en ganar un Major con más de 37 años en la Era Abierta (después de Ken Rosewall en Australia 1972); y conservar el número 1 del mundo.
Dos victorias argentinas
Dos argentinos festejaron este miércoles en los torneos que cierran la preparación de cara a Roland Garros, Sebastián Báez, que se metió en los cuartos de final del ATP de Ginebra, y Tomás Etcheverry, quien avanzó a la misma instancia en el de Lyon. En el certamen francés, además, se despidió Francisco Cerúndolo.
Báez, 20° del mundo, derrotó por un sólido 6-3 y 6-0 al español Roberto Carballes Baena, 62°, y ahora tendrá un desafío importante. Porque irá por un lugar en las semis ante Casper Ruud, siete del ranking, campeón de Barcelona y finalista en Montecarlo este año.
El noruego se quedó con los dos duelos que jugaron previamente, los dos el año pasado y sobre canchas lentas, en Estoril y Hamburgo. Aunque el bonaerense está en un gran momento, sobre todo en esta superficie, en la que acumula este año 19 triunfos, más que ningún otro jugador del circuito.
En Lyon, Etcheverry, 29°, se benefició del abandono por lesión del brasileño Thiago Seyboth Wild, 58°, quien abandonó cuando caía 7-5 y 3-0. El platense enfrentará ahora al alemán Dominik Koepfer, 67° de la clasificación.
En tanto, Cerúndolo, 23° de la ATP y cuarto favorito del torneo francés, no pudo superar el debut. Tras quedar libre en la primera ronda, perdió por 6-2, 2-6 y 6-3 ante el local Hugo Gaston, 104° y proveniente de la qualy.