Quizás sea por su sencillez, quizás por la calidez de sus empleados, también podría ser por los riquísimos platos que integran su menú o porque capaz, una vez que pasan la puerta de ingreso, todos los comensales -sean quien sean- reciben el mismo trato. Pero la realidad es que, cuando hace poco más de un año Lionel Messi se instaló con su familia en Miami, su elección preferida para una salida a comer con amigos o sus acompañantes más cercanos tiene un solo destino: un pequeño restaurante identificado con Italia, pero con acento argentino.
En la esquina de la avenida Abbott y la calle 71, en Miami Beach, se esconde Prima Pasta Café. Y, uno, apenas pone un pie en sus inmaculados pisos, entiende por qué se siente como en casa y por qué su dueño Gerardo «Gerry» Cea ha defendido los intentos de compra en una manzana desértica, que proyecta la construcción de un centro comercial próximamente.
Treinta años pasaron desde que abrió sus puertas con 28 sillas y 45 comensales, y un crecimiento exponencial que le permiten, por día, recibir a unas 500 personas promedio por jornada. Su planta de empleados -de unos 60 integrantes- es una Torre de Babel que tiene como objetivo que cada uno pueda atender de la mejor forma a quienes llegan desde diferentes partes del mundo.
Cuenta una de las tantas leyendas de este lugar que Messi, después de firmar su contrato con el Inter Miami, se cambió la ropa y se sentó a comer en una de las mesas de este lugar, que se revoluciona con su sola presencia. Pero no es algo novedoso, porque tanto la Pulga como su familia hace muchos más años que llegaron a Prima Pasta por primera vez. Y siempre vuelven…
«Cada vez que viene algún personaje de Argentina, cada uno lo revoluciona de una manera diferente. Lo importante es cuidarlo», explicó Cea, en una entrevista con Clarín, parado a un costado de la barra de recepción, a espaldas del salón principal donde gobierna una ambientación muy cálida, con decoración de madera.
Por este ristorante italiano transcurrieron casi todos los personajes importantes del mundo y de cualquier ámbito (Madonna, John Travolta, James Caan, Billy Joel y Gianni Versace, entre otros), tal como describen los miles de cuadritos con fotos que decoran las paredes del lugar. Pero ‘Gerry’ -como lo conoce todo el mundo- todavía tiene una cuenta pendiente que, lamentablemente, no podrá saldar.
«Me quedó la espina de poder recibir en este lugar a Diego Armando Maradona. Siempre estuve con los padres, me trajeron regalos, hablé con él un montón de veces, pero nunca vino acá. Un día viajé a la Argentina y pude conocerlo en un show de Diego Torres. Tenemos el botín de él que me dio la Tota y eso es lo único que me quedó pendiente», recordó, mientras sueña con poder juntar en su lugar a Messi con Michael Jordan, que ya estuvo en el restaurante.
Hay un concepto claro que, muy probablemente, pueda explicar la devoción que Messi tiene por este lugar. «Acá no importa tu nombre o apellido, lo que importa para nosotros es estar en familia. Hay una señora de 80 años que siempre viene a tomar una sopita y me dice: ‘Yo los adoro porque siempre la sopita está igual y ustedes me atienden como si fueran mi familia'», valoró ‘Gerry’.
Es tal la atención de su encargado Fabio Palomba, nacido en Napoli -una ciudad íntimamente vinculada a la Argentina-, que no le importa haber superado largamente los pasos recomendados por su celular cuando lo chequea. «Hoy empezamos a las 13:00 (cuando regularmente abren sus puertas a las 16:30) porque vinieron Cuti Romero, Guido Rodríguez y Nicolás Tagliafico, tres campeones del mundo a este restaurante», explicó.
«Quiero que todos los que visitan el restaurante se sientan VIP”, afirmó ‘Gerry’ Cea y, la realidad, es que lo consiguió con creces.