Si el atletismo constituye el “deporte rey” en los Juegos Olímpicos, los 100 metros llanos representan “la prueba reina”, una de las más cautivantes de toda la programación. Y lo mismo sucede ahora en París 2024 donde la ambición del estadounidense Noah Lyles por devolverle el trono de los 100 metros a su país después de dos décadas se topará con otros jóvenes contendientes, surgidos en los últimos tiempos.

Y todos, por convertirse en herederos de las leyendas de la especialidad en los Juegos Olímpicos que abarcan desde los también estadounidenses Jesse Owens (1936) y Carl Lewis (1984-1988) hasta el jamaiquino Usain Bolt, el único que fue capaz de triunfar en el hectómetro en tres oportunidades consecutivas (2008, 2012, 2016) y cuyo récord mundial de 9s58 –en Berlin 2009- todavía está vigente, al igual que sus 19s19 en 200 metros.

Lyles, cuya popularidad se disparó desde la aparición del reciente documental de Netflix sobre los velocistas, tratará de repetir en la pista púrpura del Stade de France el triplete dorado que consiguió casi un año atrás, durante el Campeonato Mundial de Budapest: los 100 y 200 metros llanos, y el relevo corto. En algún momento, también mencionó que iba a agregar la posta de 4×400 metros, pero los especialistas de Estados Unidos reaccionaron: no tenía calificación para esa prueba.

Lyles tiene 27 años, proviene de Gainesville (Florida) y lo entrena Launce Bauman, un hombre que dos décadas atrás conducía a Tyson Gay, el archirrival de los primeros momentos de Bolt. Lyles alcanzó los primeros planos mundiales, pero en los 200 metros llanos, prueba que ganó en los últimos tres Mundiales (Doha 2019 y Eugene 2022, antes de Budapest). Además, está invicto sobre 200 metros desde hace tres temporadas y sus marcas vislumbran que -si se le dan las condiciones ideales- podría acercarse en algún momento al récord de Usain Bolt (19s19), algo que en 100 metros (9s58) por ahora parece inaccesible. Claro que en su búsqueda del perfeccionamiento para el hectómetro, le agregó una mejor técnica de salida y eso se vio tanto en sus progresos en esa distancia como en sus actuaciones en la última temporada de pista cubierta.

El mejor registro de Lyles en 100 metros es 9s81, que consiguió hace dos semanas en Londres. Ya venía afianzado por su triunfo en las complicadas Eliminatorias Olímpicas de Estados Unidos, en Eugene, donde fue secundado por Kenny Bednarek (subcampeón olímpico de 200) y Fred Kerley, quienes ahora lo acompañan en esta expedición a París: “Normalmente no siento presión porque me divierto. Todo lo que tengo que hacer es ser yo mismo”, dijo en vísperas de estos Juegos, repleto de confianza.

Estados Unidos fue la potencia dominante de los 100 metros llanos en los Juegos Olímpicos, que ganó en 16 de las 29 ediciones disputadas desde la restauración moderna en Atenas 1896. No obstante, ahora lleva dos décadas sin triunfos allí, responsabilidad central de ese fenómeno llamado Bolt, uno de los atletas más grandes de todos los tiempos y que se retiró tras los Mundiales del 2017.

Ausente Bolt, igualmente la “cantera” jamaiquina ha lanzado algunos nombres capaces de desafiar a Lyles. Pero no tienen la suficiente experiencia internacional, por lo que su prestación en París es una incógnita. Igual, no hay que descartarlos, ya que la velocidad ofrece este tipo de cuestiones: apariciones fulminantes, cuando menos se las aguarda.

Uno de los jamaiquinos que asomó desde hace un par de temporadas es Oblique Seville, quien ya alcanzó una final mundialista. Pero el otro, más reciente, es Kishane Thompson, de 23 años. Acerca de su relativamente tardía llegada a los primeros planos, su entrenador Stephan Francis la atribuyó a las “lesiones crónicas lumbares” que le impidieron una progresión más acelerada. Pero 2024 parece encontrarlo en la plenitud. Consiguió una mejor marca personal de 9s77 en Kingston y semanas más tarde ganó una carrera del circuito europeo en Hungría con 9s91, pese a un fuerte viento en contra. Y allí superó a otro de los nombres que llega con posibilidades a París, el recordman mundial juvenil Letsile Tebogo, de Botswana.

Noah Lyles supera en la final del mundial a Zharnel Hughes y Oblique Seville. Foto: REUTERS/Sarah MeyssonnierNoah Lyles supera en la final del mundial a Zharnel Hughes y Oblique Seville. Foto: REUTERS/Sarah Meyssonnier

Tebogo no es el único africano en la actual lista de candidatos, ya que allí hay que considerar a un keniata, Ferdinand Omanyala, campeón de los Juegos Británicos y autor de una marca de 9s79 en esta temporada, y Akani Simbine, de Sudáfrica.

Pero en aquella lista es obligatorio colocar también un hombre: Marcel LaMont Jacobs, representante de Italia y defensor del título olímpico, logrado tres años atrás en Tokio. “Soy el campeón olímpico y quiero ganar otra vez –dijo Jacobs al llegar a París-. Sé que lo puedo hacer, trabajé duro para esto”.

Lamont Marcel Jacobs, el último rey de los Juegos Olímpicos. Foto: EFELamont Marcel Jacobs, el último rey de los Juegos Olímpicos. Foto: EFE

Jerarquía para la alta competición y una gran mentalidad para afrontar estos compromisos son atributos de Jacobs, quien luce recuperado de las lesiones que lo afectaron en los últimos dos años. Su reciente victoria en el Campeonato Europeo de Roma y una marca de 9s92 que acaba de conseguir en Turku, Finlandia, son las credenciales con las que llega a defender su medalla a París 2024.



Fuente Clarin

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