Ya clasificada para los cuartos de final, la Selección Argentina se mudó el miércoles a Miami y este jueves lleva adelante el entrenamiento más fuerte de cara al partido del sábado contra Perú, en el Hard Rock Stadium. Y la incertidumbre, a sabiendas de que Lionel Scaloni ya anunció que habrá rotación en el equipo titular, pasa por saber cuál es el estado de salud de Lionel Messi, quien jugó tocado, con una molestia en el aductor derecho, «desde el primer pique de la noche» en el 1-0 sobre Chile en el MetLife de Nueva Jersey.

Messi se hizo unos estudios exprés en el mismísimo escenario de la victoria sobre los trasandinos y allí la imagen no entregó indicios de desgarro. Lo dijo el propio capitán campeón del mundo cuando dejó en claro que nunca sintió el pinchazo que es síntoma inequívoco de rotura fibrilar.

Y para muestra -o evidencia- alcanza un recuerdo. Vale remomorar su comportamiento durante el partido contra Brasil, en el Maracaná, por las Eliminatorias para el Mundial de México, Canadá y Estados Unidos en el que directamente dejó de participar en el juego hasta que salió reemplazado. En aquella ocasión sí hubo lesión muscular. Nada que ver con lo que se movió Leo durante el duelo contra Chile.

Sin embargo, en las últimas horas, ya en Miami, Messi volvió a hacerse estudios. Si bien no trascendieron los resultados, las alertas se encendieron al ver que el 10 no se subió al micro que llevó al plantel al campo de deportes de Florida International University (FIU).

En principio, una posibilidad era que Leo se quedara haciendo kinesiología para recuperar la zona afectada. De hecho, no tiene sentido que fuerce la zona si ya estaba tomada la decisión de no jugar el duelo contra Perú. Desde el entorno del futbolista, en tanto, se afirma que llegará más tarde a la práctica bajo un intenso calor, superior a los 30 grados, en Florida.



Fuente Clarin

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