Si hay algo que sostiene con alambres cierta calma en un San Lorenzo siempre en crisis es que el primer equipo comandado por Miguel Angel Russo está entre los mejores ocho del Torneo Apertura y que el próximo lunes a las 19 deberá disputar los cuartos de final ante Argentinos en La Paternal. La ilusión por un título eclipsa todo. Pero ahora eso también está en jaque. El plantel profesional dijo basta y este jueves decidió no salir a entrenarse por falta de pago. ¿Y ahora?
La paz nunca llega a Boedo. Los triunfos del Ciclón de la mano de Miguelo son alivios ante tanto lío institucional y económico. Sin embargo, la crisis llegó al primer equipo. Cansados de las promesas incumplidas, de los atrasos salariales y de la falta de comunicación interna por los problemas dirigenciales ante el «Morettigate», los referentes junto a los juveniles definieron hacer un paro y suspender la práctica, a cuatro días del duelo trascendental ante el Bicho.
¿Qué pasó? Según le confirmaron a Clarín dos integrantes del plantel, para llegar a esta situación límite pasó mucha agua debajo del puente. Esto viene desde hace rato. Incluso, a fin de año pasado también estuvieron a punto de tomar una drástica decisión, aunque la plata apareció en aquella oportunidad luego de la intervención de Agremiados y de la venta del 50 por ciento de dos juveniles (Agustín Hausch y Santiago Sosa) a Defensa y Justicia.
Esta vez, el dinero nunca llegó. ¿Por qué? La causa desnuda la realidad de San Lorenzo: la cuenta a la que entró la plata de los derechos de televisación que iban a ser destinados para el pago del plantel está embargada por un juicio perdido por una deuda con la CAI de Comodoro Rivadavia por derechos de formación de los hermanos Julián y Matías Palacios.
En total habían ingresado en los últimos días 700 millones de pesos, de los cuales quedaron embargados 500. Los 200 restantes sí fueron usados para cancelar parte de los premios adeudados a los futbolistas, pero todavía se les deben sueldos desde febrero.
Julio Lopardo, el dirigente que quedó a cargo de club azulgrana luego de la licencia que debió tomarse el presidente Marcelo Moretti (denunciando por cobrar una presunta coima de 25 mil dólares), le había explicado al plantel el panorama y lo que había ocurrido. No obstante, la paciencia de los futbolistas parece haber traspasado un límite por un desgaste generalizado que viene desde hace mucho tiempo.
Si el equipo llegó enfocado hasta ahora en lo deportivo y tratando de estar aislado de todos los líos institucionales mucho tienen que ver el director deportivo, Carlos Sánchez, y el entrenador, Russo, quienes sostienen los ánimos del plantel puertas adentro ante la ausencia de un directivo cercano al día a día futbolístico.
Cuentan que la elección de no entrenarse este jueves en señal de protesta se tomó pensando en que la práctica iba a ser liviana y que todavía restan los ensayos del viernes, sábado y domingo para preparar el encuentro de cuartos. La idea del plantel es visibilizar la situación y generar la reacción dirigencial. ¿Aparecerá la plata en las próximas horas?