Boca mira la tabla de posiciones y los números devuelven una sonrisa. Encumbrado en la Zona A, está con un pie en los octavos de final del Torneo Apertura. Ganó 7 de los últimos 8 partidos con un traspié que fue muy duro ante Newell’s en Rosario producto de las formas. El duelo ante Barracas Central le dio la posibilidad de retomar el camino de la victoria. Y también, dejó dos aspectos que podrían converger en la vieja figura que de la cal y a la arena.

En el ítem positivo, Fernando Gago destacó un nuevo éxito a orillas del Riachuelo, donde Boca ganó 19 de los 21 puntos que disputó con un solo empate, en la 1ª fecha ante Argentinos Juniors. Su equipo venció a Huracán (2 a 1), Independiente Rivadavia (2 a 0), Aldosivi (2 a 1), Rosario Central (1 a 0), Defensa y Justicia (4 a 0) y Barracas Central (1 a 0). Y también derrotó a Alianza Lima (2 a 1) en la revancha de la fase 2 de la Copa Libertadores, un sueño que terminó trunco en la definición por penales.

“Nos hacemos muy fuertes en nuestra casa, con nuestra gente, el equipo tiene una muy buena racha de victorias, sabemos lo que implica jugar en la Bombonera, el apoyo de los hinchas es fantástico y lo tenemos que seguir aprovechando”, apuntó el técnico en la conferencia de prensa.

La historia es diferente en rodeo ajeno, donde sumó 5 puntos sobre 15 en juego y también cayó en Lima, en la ida de la máxima competencia continental frente a los peruanos. Gago hizo énfasis al respecto, pero no es un tema exclusivo de su ciclo. Recién en noviembre pudo cortar la racha de once partidos sin victorias en condición de visitante. Fue 2 a 0 ante Sarmiento. Antes de este choque en Junín, solo había podido ganar en Santiago del Estero (4 a 2) todavía con Diego Martínez como entrenador.

No obstante, hay otra situación que se evalúa en Boca y tiene que ver con el volumen de juego. Más allá de los triunfos, el equipo no termina de convencer y el Superclásico asoma como un gran examen en el corto plazo. El domingo 27 de abril, en un Monumental cargado, visitará a River. Y aunque el rival de banda roja tampoco está en su mejor momento, los hinchas esperan una victoria que ayude a cicatrizar la herida de la eliminación de la Libertadores.

Gago no está de acuerdo con las críticas. “El equipo venía en un margen de mejora muy alto, donde se sentía cómodo porque tenía el control del juego en varias facetas, tanto de local como de visitante, con una racha de victorias seguidas, tuvimos un buen primer tiempo”, dijo el entrenador.

Hubo una variante táctica con un cambio de esquema. En el 4-2-3-1, Carlos Palacios volvió a su posición de enganche, tras su faltazo al primer entrenamiento de la semana pasada y el posterior castigo contra Newell’s, pero Milton Giménez se movió a la derecha en detrimento de Kevin Zenón. Exequiel Zeballos tuvo una nueva oportunidad. Por ahora, Edinson Cavani, que todavía sigue arrastrando una sequía en el área rival, es la máxima referencia. ¿Hasta cuándo? Es el capitán, tiene trayectoria, pero las reglas son iguales para todos. En el banco espera su compatriota Miguel Merentiel.



Fuente Clarin

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