Además de piloto, Franco Colapinto también es modelo. La revista Esquire lo llamó «el nuevo chico de moda en la Fórmula 1» y se encargó de fotografiarlo con varios looks que se convirtieron en furor en las redes sociales. El piloto argentino también dejó varias declaraciones acerca de su presente como piloto de reserva en Alpine, se expresó sobre sus mayores ídolos y especialmente sobre el camino que recorrió para llegar a la máxima categoría del automovilismo.
«Que Flavio (Briatore) haya visto ese ‘algo’ en mí, otorgándome su confianza y poniendo tanto sobre la mesa para tenerme en el equipo, es un chute de orgullo espectacular», expresó el pilarense, a tono con los términos propios del español, hablando del envión a su carrera que le dio el asesor principal de la escudería francesa, que se lo llevó de Williams.
Pero antes de Briatore existieron muchos personajes importantes en la historia del ascenso del piloto argentino a la Fórmula 1. Primero, sus patrocinadores, que entre ellos se encuentra el reconocido productor argentino Bizarrap, hoy un íntimo amigo de Colapinto. «Está en mi lista de grandes mentores. Empezó a ponerme en contacto con patrocinadores y a ayudarme a ciegas, sin apenas conocerme. Nunca lo olvidaré. Si como artista es un número uno, como persona es aún mejor», le contó el piloto a la revista.
Hace muchos años también lo acompaña la marca de ropa Scalpers. «Fue la primera marca de moda que se acercó a mí cuando aún corría en Fórmula 4 en Drivex. Creyeron en mí desde que era un adolescente, y por eso me hace tanta ilusión repetir con ellos». Y agregó: “Me gusta compartir mi estilo. Proyectarme cercano y, de alguna manera, transmitir a la gente que pueden lucir la misma ropa que yo. Lo mío con Scalpers es un trabajo que nunca he sentido como tal. Son unos cracks. Hablamos de cosas, salimos a comer y encima me visten».
La moda es una de las maneras en las que Colapinto se muestra ante el mundo. La otra es a través de los medios y sus redes sociales, aunque a sus managers les de algún que otro dolor de cabeza de vez en cuando. Es algo que lo destacó del resto de los pilotos y con lo que se ganó el cariño del público, aunque significó también un dolor de cabeza para su jefa de prensa. «Seguro que alguna pesadilla sí que tuvo conmigo», bromea Franco.
«Los deportistas y los atletas son demasiado cuadriculados. Recuerdo cuando veía a los pilotos en las entrevistas y pensaba, qué aburrido, podrían contar algo distinto. Les guionizan lo que tienen que declarar y no salen de ahí. Entiendo que hay bastante presión, que existen penalizaciones y que nunca sabes dónde van a llegar o cómo se van a interpretar tus palabras, por eso estoy intentando volverme más comedido. Incluso he asistido a clases de media training para aprender pautas de comunicación, pero todavía no consigo ajustarme completamente al guion», comentó en Esquire.
También le preguntaron sobre sus mayores ídolos del automovilismo, específicamente por Fangio y Ayrton Senna, con el que varios notaron un parecido físico. «Ambos son dos leyendas latinoamericanas. Es un orgullo que me comparen físicamente con Ayrton Senna. Fue el más grande de su época. De pequeño era mi ídolo y lo sigue siendo. Crecí leyendo libros y viendo películas sobre él. Sufrió infinitos altibajos y luchó mucho para llegar hasta donde quería. Su trayectoria es una auténtica lección de vida»; afirmó.
Por el momento, Colapinto trabaja día y noche junto a Alpine para llevar al equipo de vuelta a la grandeza mientras en lo personal espera algún día poder volverse a subir a un monoplaza como piloto titular. «Estoy convencido de que ese momento llegará, tarde o temprano«, expresó, consciente de que tiene a todo un país alentándolo y esperando tan ansiosamente como él.