Nadie, absolutamente nadie. Ni el mismo TJ Doheny ni el más optimista de sus seguidores. Nadie podía imaginar hace poco más de un año que su cabeza calva y su gesto adusto decorarían en estos días las pantallas de las estaciones de la red de subterráneos de Tokio junto al rostro de uno de los deportistas más populares de Japón. Pero allí está el irlandés, a la espera de su oportunidad de oro ante uno de los mejores boxeadores libra por libra de la actualidad (sino el mejor), Naoya Inoue, a quien enfrentará este martes en el Ariake Arena por el reinado indiscutido de la división supergallo. El combate comenzará alrededor de las 5.45 y será transmitido por ESPN 2.

El país del Sol Naciente ha sido dadivoso con Doheny, cuyo nombre de pila es Terence John, pero a quien todos conocen como TJ. Allí, el púgil nacido en Portlaoise, pero afincado desde hace más de una década en Bondi Junction, en las afueras de Sídney (Australia), ganó el título supergallo de la Federación Internacional de Boxeo en agosto de 2018, cuando venció por puntos a Ryosuke Iwasa. Con ese triunfo, se convirtió en el segundo irlandés en consagrarse en territorio nipón, después de Wayne McCullough, quien había conseguido el campeonato gallo del Consejo Mundial de Boxeo en junio de 1995 al destronar a Yasuei Yakushiji.

Allí también resucitó una carrera que parecía fenecida. Ya sin su corona (la había cedido en abril de 2019 a manos del californiano Daniel Román), el zurdo perdió tres de los cuatro combates que protagonizó entre marzo de 2020 y marzo de 2023, incluido uno ante Michael Conlan en Belfast por el título interino pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (ese fue su único combate en suelo irlandés), y sus chances de reinserción en las grandes carteleras oscilaban entre pocas y poquísimas. Pero Hideyuki Ohashi, el hombre fuerte del pugilismo japonés, le abrió una puerta y Doheny se despachó con tres nocauts en Tokio en los últimos 14 meses. Con ello se ganó esta oportunidad tan codiciada como riesgosa.

A su racha invicta en un país complicadísimo para los peleadores visitantes se aferra el irlandés de 37 años, quien terminó de pie las cuatro peleas que perdió, más allá de que fue derribado por Román y por Conlan. Y también a la potencia de su mano izquierda: logró 20 de sus 26 victorias por la vía rápida. “Represento un desafío diferente para Inoue. Sus dos últimos rivales eran zurdos, pero eran pesos gallo de carrera. Yo soy un supergallo de carrera y soy grande y fuerte para la categoría. Llevaré esos atributos al ring”, prometió el aspirante.

El irlandés TJ Doheny ganó las cuatro peleas que protagonizó en Japón. Foto: AFP.El irlandés TJ Doheny ganó las cuatro peleas que protagonizó en Japón. Foto: AFP.

A priori, esos argumentos no parecen suficientes para depositar muchos porotos en la canasta del visitante. Noqueadores y estilistas de distinta talla y diversas cualidades han intentado romper el invicto de Inoue y todos han terminado de la misma forma: derrotados. Y no solo eso: 24 de las 27 victorias del astro nacido en Zama y radicado en Yokohama fueron por la vía rápida. El último hombre que llegó a escuchar la decisión de los jueces fue el filipino Nonito Donaire en noviembre de 2019, en su primer intento ante el nipón (en la revancha, en junio de 2022, sufrió un lapidario nocaut en el segundo asalto).

En el brillante currículum del exmonarca minimosca, supermosca y gallo, una pequeña mácula se dibujó en su última presentación, el 6 de mayo en el Tokyo Dome: el mexicano Luis Nery lo derribó en el primer asalto. Inoue se recompuso y despachó al tijuanense en el sexto episodio, pero esa fue la primera caída que padeció en su carrera. A ese antecedente reciente también se aferra Doheny, quien observó desde el ring side ese pleito, pues un rato antes, en la misma velada, había noqueado al filipino Bryl Bayogos.

La publicidad del combate de Naoya Inoue, una superestrella del deporte japonés, se ve en las pantallas de la red de subtes de Tokio desde hace semanas.La publicidad del combate de Naoya Inoue, una superestrella del deporte japonés, se ve en las pantallas de la red de subtes de Tokio desde hace semanas.

“La conclusión que saqué fue que, después de todo, (Inoue) es un ser humano. Nadie es perfecto, cualquiera puede ser derribado. Subiré al ring a buscar el nocaut, al igual que él, pero lo haré de manera inteligente. No voy a salir ciegamente con todo, esa no es la forma en que las cosas van a funcionar”, explicó el irlandés.

A pesar del favoritismo unánime que lo acompaña desde que se anunció esta contienda, Inoue no se confía y se ha preparado a destajo para la segunda defensa de sus cuatro coronas del peso supergallo. Con una temperatura agobiante, que superó largamente los 30° todos los días desde el inicio del mes en Tokio, realizó alrededor de 100 rounds de sparring con cuatro púgiles mexicanos. “Me enorgullece decir que me entrené más duro que nunca en mi carrera”, sostuvo el campeón, quien destacó la pegada de su rival: “Doheny no quiere ganar por decisión. Por eso tengo que tener cuidado, estar alerta. Y tengo que noquearlo. Eso es lo único que tengo en mente para esta pelea”.

Naoya Inoue aseguró que había realizado la mejor preparación de su carrera para la pelea con TJ Doheny. Foto: Naoki Fukuda - Top Rank.Naoya Inoue aseguró que había realizado la mejor preparación de su carrera para la pelea con TJ Doheny. Foto: Naoki Fukuda – Top Rank.

Si los pronósticos no vuelan por los aires el martes y los 16.500 espectadores que abarrotarán el Ariake Arena terminan la velada celebrando la 28ª victoria consecutiva de su monarca, el Monstruo, quien adelantó hace dos meses que planeaba realizar cuatro o cinco peleas más en la división supergallo, tendrá dos caminos por recorrer: el que proyecta su equipo y el que pretende un potencial adversario que espera su turno hace tiempo.

La chance que aparece más clara en el horizonte es un enfrentamiento con el invicto australiano Sam Goodman (tiene un récord de 19-0), primero en los rankings de la FIB y de la Organización Mundial de Boxeo. Sin embargo, Inoue tiene pendiente una defensa obligatoria contra el uzbeko Murodjon Akhmadaliev (12-1), número uno en el escalafón de la AMB, que hasta el momento postergó con aval de ese organismo. Seguramente después del martes, si el nipón cumple con la parte que le toca, sus manejadores comenzarán a delinear el próximo paso.



Fuente Clarin

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