Juan María Traverso, uno de los grandes pilotos de la historia del automovilismo argentino, murió este sábado a los 73 años. La noticia fue confirmada por la Asociación Argentina de Volantes.

El Flaco, que peleaba desde hace tiempo con una larga enfermedad, falleció en su casa de Ramallo, su ciudad natal. Fue allí en donde empezó a coquetear con el deporte motor para convertirse en una leyenda.

Ganador de seis títulos de Turismo Carretera, siete en el Turismo Competición 2000 y tres en el Top Race, Traverso fue protagonista del automovilismo nacional durante más de tres décadas.

Nacido en Ramallo el 28 de diciembre de 1950, el joven Traverso siempre mostró interés en la mecánica y en la velocidad. Sin embargo, no lo fue fácil llegar a competir. Lo consiguió de la mano de su amigo Mario García, otro vecino de la localidad del norte de la Provincia de Buenos Aires, a quien acompañaba en las carreras. Primero fue en el karting y más tarde en el TC. De hecho, su debut en la categoría reina también se la debe a «Marito», quien se sumó a las filas del equipo oficial de la General Motors y le cedió la butaca del Torino Liebre con el que competía hasta el momento.

Así fue el inicio de quien se convertiría en una leyenda, tanto por su capacidad de conducción como por su osadía para adelantar a sus rivales sin medir las consecuencias. Y ni qué hablar de su lengua filosa para marcarles la cancha a quienes consideraba que no estaban a su altura.

Su debut en la categoría reina del automovilismo argentino se produjo el 31 de octubre de 1971 en la Vuelta de Pergamino, «Estaba más contento porque había ganado (Eduardo) Copello que por haber debutado en Turismo Carretera», contó alguna vez el Flaco para demostrar su admiración hacia quien tenía como ídolo.

La primera de sus 46 victorias en el Turismo Carretera se dio el 29 de octubre de 1972 en la Vuelta a 25 de Mayo a bordo de un Torino. Las crónicas de la época cuentan que en su vuelta triunfal a Ramallo fue recibido por una multitud. Acababa de nacer un ídolo popular.

Si bien ya se había convertido en un protagonista de la categoría, el primer título para el Flaco en el TC llegó en 1977. Ya había dejado el Torino para conducir un Ford Falcon con el que también fue amo y señor en 1978.

Su vigencia queda a la vista porque volvió a dominar en los 90 a bordo de un Chevy inolvidable -el color violeta con publicidad de una empresa de correo privado- con el que consiguió el tricampeonato entre 1995 y 1997. Su último título en el TC lo obtuvo en 1999, otra vez a bordo de un auto de la marca del Óvalo. Volvió a competir con Torino en sus últimos años. Su última victoria fue el 22 de agosto de 2004 en el Autódromo Sudamericano de Olavarría.



Fuente Clarin

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