El ex campeón mundial de boxeo de los pesos pesados, el estadounidense George Foreman, quien protagonizó una histórica y emblemática pelea contra Muhammad Ali antes de recuperar el título dos décadas después, murió este viernes a los 76 años, anunció su familia en un comunicado.

«Con profundo dolor, anunciamos el fallecimiento de nuestro querido George Edward Foreman Sr, quien partió pacíficamente el 21 de marzo de 2025, rodeado de sus seres queridos», indicó la familia a través de un posteo en las redes sociales.

Y siguió: «Predicador devoto, esposo, padre amoroso y bisabuelo orgulloso, vivió una vida marcada por una fe inquebrantable, humildad y propósito».

El posteo continuó detallando la obra del campeón. “Humanitario, olímpico y dos veces campeón mundial de peso pesado, fue profundamente respetado: una fuerza para el bien, un hombre de disciplina y convicción, y un protector de su legado, que luchó incansablemente por preservar su buen nombre para su familia”, agregó.

Y finalizó: “Agradecemos las muestras de cariño y las oraciones, y les pedimos que nos respeten en privado mientras honramos la extraordinaria vida de un hombre que tuvimos la bendición de llamar nuestro”, finalizaron el mensaje.

Foreman, uno de los últimos colosos del boxeo

Cayó uno de los últimos colosos del boxeo. George Foreman, el hombre que golpeaba como un trueno y caminaba el ring como un dios antiguo, murió este jueves a los 76 años en Houston, Texas. Con él se va una era: la de los grandes pesados, la de los combates que fueron mitología y no simple deporte.

Foreman fue mucho más que un campeón: fue símbolo y paradoja. Porque supo ser el peleador más intimidante del planeta y también el hombre que supo reinventarse como predicador, empresario y sabio popular. Fue un guerrero con manos de acero y alma de redención.

Nacido en Marshall, Texas, y forjado en los suburbios duros de Houston, alcanzó la cima por primera vez con apenas 19 años, cuando se colgó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de México 1968. Pero lo que vendría después lo inscribiría en la historia grande del deporte.

La derrota con Ali en Kinshasa. Foto: APLa derrota con Ali en Kinshasa. Foto: AP

En 1973, con 24 años y un físico esculpido por la furia, destruyó a Joe Frazier en dos rounds y conquistó el título mundial de los pesados. Aquella noche en Kingston fue más que una coronación: fue la presentación en sociedad de un poder descomunal, casi sobrenatural. “Cuando George te pegaba, se apagaba el mundo”, dijo Frazier, que cayó seis veces antes del final.

Su ascenso fue meteórico, pero su leyenda se selló en la derrota. En 1974, en Kinshasa, Zaire, fue vencido por Muhammad Ali en el inolvidable Rumble in the Jungle, una de las mayores epopeyas del boxeo. Foreman era el campeón invencible. Ali, el poeta del ring, lo venció con astucia y coraje. Pero esa caída, lejos de empequeñecerlo, lo hizo eterno.

“El golpe de Foreman era el más demoledor que conocí. Pero detrás del monstruo había un corazón noble”, dijo alguna vez Ali, el único capaz de desarmarlo con palabras antes de hacerlo con guantes.

Foreman antes de la batalla en Zaire con Ali. Foto: APForeman antes de la batalla en Zaire con Ali. Foto: AP

Tras aquella derrota, la carrera de Foreman entró en sombras. Se retiró en 1977, se volcó a la religión, fundó un centro para jóvenes, predicó la fe. Cambió los guantes por la Biblia. Pero en 1987, cuando el mundo ya lo creía una reliquia, volvió. Regresó con más kilos, menos velocidad y una sonrisa desarmante. Su figura ya no inspiraba miedo, sino cariño. Sin embargo, el fuego aún ardía.

La hazaña llegó en 1994: a los 45 años, cuando el tiempo parecía invencible, Foreman noqueó a Michael Moorer y recuperó el título mundial. Fue el campeón más veterano de la historia. Una hazaña que desafió la lógica y glorificó el espíritu humano.

Foto: AFPFoto: AFP

Evander Holyfield, que lo enfrentó en su segunda vida pugilística, lo definió con asombro: “Era como luchar contra una montaña que te hablaba con ternura”.

Fuera del ring, Foreman se reinventó otra vez: fue rostro publicitario, conductor, y empresario de éxito gracias a su famosa parrilla eléctrica, la George Foreman Grill, que vendió más de 100 millones de unidades y lo convirtió en ícono pop.



Fuente Clarin

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