Dikembe Mutombo, legendario ex basquetbolista de la NBA, murió este lunes a los 58 años tras batallar en los últimos tiempos contra un cáncer de cerebro. Su deceso fue confirmado por Adam Silver, comisionado de la liga.

Mutombo, que jugó 18 temporadas, brilló en los tiempos en que los que reinaba Michael Jordan. Tras lucirse en el básquetbol universitario -en Georgetown, donde quería estudiar Medicina-, asomó con toda su fortaleza en Denver Nuggets y luego pasó por Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, New Jersey Nets, New York Knicks y Houston Rockets. Fue ocho veces elegido como All Star.

Pivote de 2,18 metros, nacido en República Democrática del Congo, se destacó por su poderío en el aro propio. Recibió en cuatro ocasiones el premio al mejor defensor del año y es considerado como uno de los mejores taponadores de la historia. En 2015 los Hawks retiraron su dorsal número 55 y dos días después, el 11 de septiembre, fue introducido al Salón de la Fama del Baloncesto.

«Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, era uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, entregaba su corazón y alma a ayudar a los demás», comenzó su despedida Silver a través de un posteo en las redes sociales.

En ese sentido, siguió: «No había nadie más calificado que Dikembe para ser el primer Embajador Global de la NBA. Era un humanitario por naturaleza. Amaba lo que el baloncesto podía hacer para tener un impacto positivo en las comunidades, especialmente en su natal República Democrática del Congo y en todo el continente africano. Tuve el privilegio de viajar por el mundo con Dikembe y ver de primera mano cómo su generosidad y compasión elevaban a la gente. Siempre estuvo disponible en los eventos de la NBA a lo largo de los años, con su sonrisa contagiosa, su voz profunda y resonante y su característico movimiento de dedos que lo hicieron querer por los fanáticos del baloncesto de todas las generaciones».

Y cerró: «El espíritu indomable de Dikembe sigue presente en aquellos a quienes ayudó e inspiró a lo largo de su extraordinaria vida. Soy una de las muchas personas cuyas vidas fueron tocadas por el gran corazón de Dikembe y lo extrañaré mucho. En nombre de toda la familia de la NBA, envío mis más profundas condolencias a la esposa de Dikembe, Rose, y a sus hijos; a sus muchos amigos y a la comunidad mundial del baloncesto a la que realmente amaba y que lo amaba a él».



Fuente Clarin

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