Carlos Portell, histórico dirigente de Banfield, murió ea los 77 años luego de luchar durante los últimos tiempos con una enfermedad. Estuvo al frente del club del Sur del Gran Buenos Aires durante 14 años (1998-2012) y lo llevó desde la extinta B Nacional a ser campeón de Primera División en 2009 de la mano de Julio César Falcioni. Sin embargo, su gestión terminó muy mal, con el equipo otra vez en el Ascenso y muy cuestionado por los socios y simpatizantes del Taladro.

Portell, además, fue uno de los laderos de Julio Humberto Grondona, histórico presidente de la AFA, donde ejerció diversos cargos como parte del Comité Ejecutivo. Durante su gestión en Banfield fue además el responsable de las última gran remodelación del estadio con la construcción de la platea que hoy lleva el nombre de José Luis Garrafa Sánchez.

Su figura, sin embargo, quedó erosionada en sus últimos años en el poder, ya que una serie de decisiones desacertadas terminaron llevando a la institución a la pérdida de categoría, a solo tres años de haber dado aquella esperada vuelta olímpica y todavía con la campaña histórica en la suma para calcular los promedios.

Con la venia de Eduardo Duhalde -por entonces gobernador de Buenos Aires e influyente hincha de Banfield-, el empresario -era propietario de un negocio de artículos deportivos- tomó las riendas del club sureño luego de las elecciones que se celebraron en agosto de 1998. Sumó 841 votos contra los 601 que recibió Horacio Sola, hijo de Florencio, histórico directivo de la entidad que le dio su nombre al estadio ubicado en Peña y Arenales.

El club estaba en ruinas, con una deuda millonaria heredada de la gestión de Atilio Pettinati, con serios problemas para afrontar los gastos operativos y con continuas amenazas de cortes de parte de los proveedores de servicios públicos, como electricidad, agua y gas.

Carlos Portell saliendo del edificio de la AFA en la calle Viamonte. Foto: Mario Quinteros.Carlos Portell saliendo del edificio de la AFA en la calle Viamonte. Foto: Mario Quinteros.

“En total, Banfield debe nueve millones y medio de dólares. Y como tenía pedidos de quiebra, entrar en concurso de acreedores es la única salida posible. No es jugar con fuego, como dijeron algunos”, explicaba Portell en declaraciones al diario Olé en enero de 1999.

La deuda se redujo considerablemente y Banfield se abocó al proyecto de retornar a Primera. El sueño se consumó en 2001, cuando fue campeón de la B Nacional de la mano de Garrafa Sánchez. Luego llegó el tiempo de la consolidación con el uruguayo Luis Garisto en el banco y la posibilidad de jugar copas internacionales, durante el primero de los cinco ciclos de Falcioni

El proyecto futbolístico surfeaba con suerte dispar las olas de inestabilidad hasta que Falcioni pegó la vuelta tras reconciliarse con Portell. Así, con un equipo comandado por Santiago Silva, Walter Erviti, Sebastián Méndez, Víctor López y Cristian Lucchetti, hizo historia al darle la segunda estrella al club, la primera en la era rentada.

Ricardo La Volpe y Carlos Portell. Foto: DyNRicardo La Volpe y Carlos Portell. Foto: DyN

La partida de Falcioni y las conflictivas salidas de Silva y Erviti desembocaron en el desmantelamiento de aquel plantel de estrellas. La curva descendente no tuvo freno y lo condujo sin sin escalas a la B Nacional. Ese descenso marcó el final de su gestión. Su sucesor fue Eduardo Spinosa, quien hoy sigue al frente del Taladro, más allá de haber delegado el cargo durante tres años en manos de Lucía Barbuto.



Fuente Clarin

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