Bela Karolyi, el legendario entrenador rumano que llevó a Nadia Comaneci y Mary Lou Retton a conquistar la medalla de oro olímpica y revolucionó el mundo de la gimnasia, murió este sábado a los 82 años.
Karolyi, cuya influencia marcó una época, quedó manchado por las acusaciones de abuso en su método de entrenamiento, especialmente después de los escándalos relacionados con Larry Nassar, el médico de la selección nacional de gimnasia de EE.UU., condenado por abusar sexualmente de decenas jóvenes atletas.
La noticia de su muerte fue confirmada por Nadia Comaneci, quien a través de su cuenta de Instagram compartió un emotivo homenaje. En la publicación, la fenomenal ex gimnasta rumano incluyó un carrusel de fotos, entre ellas una en blanco y negro en la que aparece junto a Karolyi, caminando por el bosque. En el pie de foto escribió: «Un gran impacto e influencia en mi vida. RIP Bela Karolyi».
En una entrevista con el diario estadounidense USA Today, Comaneci recordó cómo Karolyi la acompañó en su legendaria actuación en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, donde hizo historia al obtener el primer 10 perfecto en la historia de la gimnasia olímpica. «Hace casi 50 años me guió a la histórica actuación del primer 10 perfecto en los Juegos Olímpicos… y eso cambió mi vida para siempre», declaró.
Bela Karolyi nació en Rumania en 1942 y emigró a Estados Unidos en 1981, donde comenzó a entrenar a gimnastas en su propio gimnasio. A lo largo de su carrera, se convirtió en una figura controvertida debido a su estilo de entrenamiento extremadamente exigente, pero también es recordado como el artífice de la transformación que hizo a las gimnastas estadounidenses dominantes en el escenario mundial.
Bajo su dirección, tanto Comaneci como Retton alcanzaron logros históricos en los Juegos Olímpicos, y su metodología, conocida como el “sistema Karolyi”, marcó un antes y un después en la gimnasia de alto rendimiento.
Sin embargo, el lado más oscuro de su método emergió en las últimas décadas, cuando se revelaron detalles sobre las prácticas de entrenamiento severas y la cultura de abuso que prevaleció bajo su supervisión y la de su esposa Martha, también entrenadora.
Tras los escándalos vinculados a Larry Nassar, Karolyi y otros responsables de la federación de gimnasia estadounidense fueron investigados por su complicidad en un entorno de abuso que perduró durante años. Aunque negó haber participado directamente en los abusos, su nombre quedó asociado a una cultura del silencio y la negligencia que afectó a muchas gimnastas.
A pesar de las controversias, Bela Karolyi fue una de las figuras más influyentes en la historia de la gimnasia, y su legado, aunque empañado, es indiscutible. Su trabajo cambió el curso de este deporte en los Estados Unidos, convirtiéndolos en una potencia global en gimnasia.