Tirando besos y dando saludos. Así se retiró Miguel Ángel Russo de la conferencia de prensa posterior a la victoria 1-0 de San Lorenzo ante Atlético Tucumán, lo que provocó la clasificación a los octavos de final del torneo. Segundos antes, al entrenador le habían cantado el feliz cumpleaños por los 69 abriles que cumplió el miércoles pasado. Y esos gestos describen qué tipo de persona y de técnico es Miguelo: simple y humilde.
No juega bien San Lorenzo, es verdad. Pero algo tiene. La simpleza también puede ser virtud. Una cuestión es evidente: para dar el salto y ser campeón, el Ciclón deberá entregar algo más. Por ahora, igual, con poco brillo y mucha inteligencia le está alcanzando para meterse entre los mejores. «A ver, contame: ¿qué equipo gana tres o cuatro a cero en el fútbol argentino?», le preguntó Russo a un periodista.
Y siguió: «Nosotros también somos difíciles para los demás y sabemos lo que es el fútbol local. Cometemos errores como cualquiera, pero tenemos una virtud: estamos muy bien físicamente. Después nos falta serenarnos más en los últimos metros, aunque con este grupo estoy muy contento. En otras ligas hay tres o cuatro que están por encima del resto. Acá jugás contra el último y no sabés si podés ganar. Esa es la realidad».
No se desespera San Lorenzo: a eso juega. Y lo indispensable para el éxito es que los futbolista incorporen a fondo el mensaje del DT. En el cuadro de Boedo eso ocurre, en contrapartida a lo que sucede en River con Marcelo Gallardo y en Boca con Fernando Gago, técnicos que aún están buscando una identidad para sus equipos. Un dato: el Ciclón mantuvo el arco invicto en 9 de los 14 partidos que disputó en el semestre.
«Me alegro por el grupo y la gente. Hay cosas que tenemos que seguir mejorando y aprendiendo. No me gustó el primer tiempo, sí el segundo. Clasificamos porque tuvimos una buena pretemporada, por la gente y porque estamos bien como club«, explicó Miguel. Y agregó: «La localía es importante, nuestra gente influye mucho en esta cancha. Estamos bien como grupo, hicimos una muy buena preparación. Ahora hay que mantenerse en los puestos altos y no nos podemos quedar con esto. Cada vez los rivales nos tiene más respeto”.
«La liga argentina es muy competitiva y cualquiera le gana a cualquiera, pero sabemos que tenemos nuestras armas. Estamos siendo un equipo sólido e incómodo», señaló Andrés Vombergar, el delantero al que Russo le dio la confianza y acertó. Ahí hay que marcar otro pleno para el experimentado DT: el atacante suma 7 goles y está a uno del goleador Adrián Maravilla Martínez.
«No sé si nos fue fácil el desarrollo del torneo, pero sí hicimos un esfuerzo muy grande para estar donde estamos hoy. En un club como San Lorenzo, el objetivo siempre tiene que ser clasificarse y pelear los torneos», sumó Gastón Hernández, el zaguero al que Russo fue llevando de a poco después de que se recuperó de una larga lesión. Y la idea del DT también parece haber sido la correcta: contra Atlético Tucumán jugó en el nivel que supo tener antes de que se rompiera el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.
Sueña entonces San Lorenzo, el equipo que no deslumbra, pero que tiene un entrenador que entiende de momentos y que sabe cómo se hace un campeón.