Lionel Messi levantó su cuarto trofeo con la Selección Argentina y ya es el futbolista más ganador de la historia. Pero no todo es alegría para el crack nacido hace 37 años en Rosario. Es que el capitán campeón del mundo no pudo completar el partido por culpa de un esguince en el tobillo derecho que sufrió a los 35 minutos del primer tiempo y que lo terminó de sacar de la cancha a los 20 del complemento con mucho dolor y con una bronca sin igual. La imagen del 10 llorando como un nene en el banco de suplentes conmovió a todos y alcanzó cada uno de los rincones del planeta. La pregunta del millón pasa por saber cuál es el grado de la lesión. Y eso se resolverá entre hoy y mañana.
Según pudo averiguar Clarín, Messi se someterá a estudios médicos en las próximas horas para determinar el alcance de la lesión. En principio, las señales no son positivas. Si bien pudo calzarse una zapatilla para alzar la copa junto con Ángel Di María y Nicolás Otamendi, sus dos lugartenientes, se cree que el diagnóstico no será favorable y que deberá verse obligado a pasar un tiempo inactivo.
Sin embargo, como es sabido, nada se puede dar como tema juzgado con Messi, quien debería reincorporarse ya a los entrenamientos con Inter Miami, dado que la temporada jamás se frenó en la MLS de Estados Unidos. Su futuro inmediato ahora depende del resultado de los estudios y del posterior diagnóstico.
Messi, con hielo en el tobillo derecho. Foto: REUTERS/Agustin Marcarian***Noticia en desarrollo***