River tiene una cita con la historia desde este hoy a las 12 de Seattle (las 16 de Argentina) en el Lumen Field debute en el Mundial de Clubes ante Urawa Red Diamonds de Japón, equipo que fue campeón de la Champions de Asia en 2022 y que actualmente va tercero en la Liga de su país. Se sabe que es una utopía pensar en poder ganar este torneo o llegar al último partido y seguirles el ritmo a las potencias europeas, pero en el seno de la delegación riverplatense hay unas ganas, un entusiasmo y un deseo de poder hacer un buen papel en esta contienda global en Estados Unidos.
“El sorteo no nos benefició en el aspecto de la sede, por un lugar de mucha distancia para llegar y es demasiado el esfuerzo económico para los hinchas, pero los que estén presente se van a hacer sentir y mucho”, expresó en la previa del encuentro con Urawa Red Diamonds aquí en Seattle, en la conferencia de prensa que solicita FIFA antes de cada partido en un Mundial. Y agregó: “Llegamos bien, me gusta cómo vi a los jugadores las últimas semanas. Me parece que haber tenido tiempo después de nuestro último partido y enfocarnos en esta competencia nos hizo bien para poder demostrar el deseo y ganas de querer iniciar con un buen partido en este certamen”.
Cuesta encontrar los argumentos futbolísticos para sostener esa convicción que tiene River, dado que viene de quedar eliminado con Platense en el Torneo Apertura y si bien hizo una buena fase de grupos en la Copa Libertadores y pasó primero, su última imagen ante Universitario de Perú no fue buena, en el cierre de un semestre irregular en que solo tuvo un mes de alto voltaje en el juego después de un arranque turbulento, con la derrota en una final (la de la Supercopa internacional) ante Talleres, incluida.
Pero eso quedó atrás y Marcelo Gallardo, que vuelve a asumir un gran desafío como técnico de River, se encargó de enfocar a todos en este evento único, al que el Muñeco quiere disfrutar. Pero no solo eso. El entrenador dejó en claro que su equipo no vendrá solo a competir o a ver qué pasa. No. Quiere ganar. Y para eso preparó mentalmente a sus jugadores y bajó el mensaje a través de los referentes al resto del plantel.
Sabe Gallardo que River tiene, de acuerdo a la fase de grupos que le tocó, la posibilidad de acceder a la siguiente fase y ahí enfrentar a un rival que puede llegar a ser más terrenal que celestial. Desde ahí se agarran los hinchas también para imaginar hasta dónde puede llegar el equipo de Núñez en esta competencia y la mayoría coinciden que alcanzar los cuartos de final ya es un buen Mundial.
Hay entusiasmo. Ese que se genera cuando se está a miles de kilómetros se viaja por un sueño. Pero también está la cuestión mística y divina de creer en Gallardo, ese líder que alineó a toda la tropa riverplatense en por un objetivo. Y que también tuvo que lidiar con algunos malestares que se generaron a partir del cimbronazo de la venta de Mastantuono y que lo llevaron a amagar a hablar antes de venir a Estados Unidos, pero finalmente no lo hizo y recién se expresó acá en Seattle. Y eludió el tema.
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Los hinchas de River predijeron el resultado del debut y qué sería un buen Mundial de Clubes
“Sobre ese punto quiero ser muy medido, me enfocaría en el plano futbolístico y nada más y dejar que las cosas que ya pasaron queden de lado y apostar a que en este momento el equipo y Franco puedan vivir este acontecimiento deportivo. Después veremos cómo continuamos”, señaló. Y añadió: “A Mastantuono lo tengo que gestionar cómo hasta ahora, como alguien que tiene deseo de jugar al fútbol, y expresarse dentro de un campo de juego. Si está bien jugará y si no, no. No es tan problemático, lo complejo es lo que viene de afuera, acá adentro es más simple, no hay tanto drama para hacer. El está bien y acompañado”.
Gallardo habla siempre de la importancia de los primeros partidos en este tipo de competencia. Y lo sabe bien. A River le costó mucho ganarle a otro equipo japonés, casualmente, el Sanfrecce Hiroshima, en el Mundial de Clubes 2015 para llegar a la final con Barcelona y cayó por penales con Al Ain en 2018.
Con los nipones, el Muñeco tiene tres antecedentes oficiales y los tres con victorias. Además del encuentro con Sanfrecce, su equipo en el primer ciclo también le ganó en Japón al Gamba Osaka por 3-0 por la final de la Suruga Bank en 2015 y superó 4-0 al Kashima Antlers por el tercer puesto del Mundial de 2018 en Emiratos Árabes Unidos.
River pone primera en el Mundial de Clubes. Un torneo en el que se desafiará a sí mismo y en el que buscará sorprender a propios y y ajenos.