Las expectativas que tenía Kylian Mbappé sobre la Eurocopa 2024 resultaron ser muy diferentes a la realidad. «Es un horror absoluto», se sincera la estrella de la Selección francesa cuando espera el cruce trascendental frente a la Portugal de Cristiano Ronaldo.
Desde el primer partido se dio cuenta que no iba a poder dar su 100% dentro de la cancha, dado que sufrió una fractura en el tabique durante el encuentro con Austria que lo obligó desde entonces a usar una máscara en lo que resta del torneo.
Este viernes la selección francesa se enfrenta a Portugal por los cuartos de final, pero el delantero todavía no se acostumbró a la protección que cubre su rostro. «Es horrible jugar con una máscara. Sigo cambiando de máscara porque cada vez que hay algo que me molesta, algo que no está del todo bien, intento cambiarla», dijo el francés en una conferencia de prensa previo a los octavos de final contra Bélgica que finalizó con la victoria francesa con un gol cortesía de Jan Vertonghen.
«Limita la visión y luego está el sudor, hay que dejarle salir. Pero no puedo jugar sin la máscara. Lo odio, es muy molesto. La cambié ya cinco veces».
El entrenador de Les Blues, Didier Deschamps, explicó que “todo lo que tiene delante está bien, pero hay algo que falta en su visión periférica”.
Al principio su idea fue usar una máscara hecha a medida con los colores de su país, pero por reglamento la UEFA sólo permite que los jugadores usen protección de un mismo color, por lo que terminó siendo negra. El modelo se fue ajustando, y en los octavos optó por una más ajustada pero con mejor ventilación, y con un elástico en vez de dos.
«Francamente, sé dónde me metía cuando decidí no operarme. Es una situación nueva y esto puede provocar que reciba golpes y que el dolor persista. Voy a intentar darlo todo para llevar a Francia a lo más alto. La nariz no es lo más importante«, admitió.