Max Verstappen no gana desde el 23 de junio y fecha a fecha sufre con un auto que lejos está del rendimiento histórico del RB19 que ganó 21 de las 22 carreras de la temporada pasada (apenas dos con Checo Pérez al volante). Pero el todavía líder del Mundial de Fórmula 1 no puede quejarse de eso; al menos no con las palabras que quiere, tal como se lo aclaró la Federación Internacional del Automóvil (FIA) el viernes pasado, cuando lo multó con trabajo comunitario por emplear lenguaje grosero al utilizar la palabra «mierda» para referirse al funcionamiento de su Red Bull en la conferencia de prensa previa al GP de Singapur.
Allí donde fue segundo detrás de un Lando Norris (McLaren) que amenaza con impedir su cuarto título, el neerlandés no culpó a los medios: identificó a su verdadero enemigo, armó conferencias de prensa paralelas y cosechó el apoyo de sus pares. Aunque también amenazó con un retiro anticipado.
«Este tipo de cosas definitivamente también deciden mi futuro, cuando no puedes ser tú mismo o tienes que lidiar con estas cosas tan ridículas. Ahora estoy en una etapa de mi carrera en la que no quiero estar lidiando con esto todo el tiempo. Es realmente agotador -remarcó-. Por supuesto que es estupendo tener éxito y ganar carreras, pero una vez que has conseguido todo eso, ganar campeonatos y carreras, también quieres pasártelo bien. Todo el mundo va al límite, incluso los últimos de la parrilla. Pero si tienes que lidiar con todo este tipo de tonterías, para mí esa no es una forma de continuar en el deporte, eso seguro».
Las declaraciones no las dio en el salón de conferencias de Marina Bay. Red Bull decidió citar a los medios escritos acreditados al evento en su hospitality, para evitar que se repitiera la imagen del sábado, cuando el tricampeón del mundo respondió con monosílabos en la conferencia de prensa después de la clasificación y luego les habló a los periodistas en el paddock, donde les confesó: «Es simplemente ridículo recibir una sanción por eso. Cuando insultas a alguien, está bastante claro, pero no lo dirigí a nadie. No es la forma correcta de avanzar en nuestro deporte».
El domingo, se explayó aún más: «Si no puedes ser tú mismo al máximo, entonces es mejor no hablar. Pero eso es lo que nadie quiere, porque entonces te conviertes en un robot y así no deberías actuar en el deporte. Deberías poder mostrar emociones de alguna manera. De eso se trata el automovilismo. En cualquier deporte. Cualquiera en el campo, si lo tacklean, lo empujan o no está feliz con algo, o hay un momento frustrante… es bastante normal que haya algún tipo de reacción».
max verstappen held a second press conference in the redbull hospitality that journalists got informed about beforehand. less chaotic than yesterday. pic.twitter.com/FS9XUkUlez
— nini (@SCUDERIAFEMBOY) September 22, 2024
Quien tiene contrato con Red Bull hasta finales de 2028, cuando tendrá 31 años, ya había alertado que su ambición no es retirarse en la F1. «No sé qué tan serio se tomarán ese tipo de cosas. Pero para mí en un momento dado cuando es suficiente, es suficiente. Y ya veremos. Todo seguirá adelante, no tengo ninguna duda. No es un problema porque la Fórmula 1 seguirá sin mí, pero tampoco es un problema para mí. Así que es lo que hay», agregó.
Aunque, consciente de lo que sus declaraciones pueden generar durante tres semanas sin F1 hasta el GP de Estados Unidos (del 18 al 20 de octubre), enfatizó: «En este momento ni siquiera pienso en esa decisión. Sólo estoy centrado en el rendimiento, en lo que vamos a hacer para Austin y más allá. Eso es en lo que estoy pensando, y para mí, no debería gastar energía en ello en realidad porque es muy tonto«.
Lo que es seguro es que la sanción a Verstappen pareció exagerada (podría haber recibido una advertencia, por ejemplo) y sus pares lo hicieron notar. Incluso, su histórico rival en su primer título, Lewis Hamilton. «Creo que es un poco una broma, para ser sincero. Esto es la cima del deporte, se cometen errores, y yo, desde luego, no haría los trabajos de interés público, y espero que Max no lo haga«, lo animó el heptacampeón inglés, a lo que Mad Max retrucó: «¡No es él el que está siendo castigado!».
Lando Norris, gran amigo de Verstappen, primero le lanzó una broma («Se lo merecía, lenguaje soez», dijo) y luego se mostró en contra de la sanción de la FIA: «Creo que es bastante injusto, no estoy de acuerdo con nada de eso. Ellos pueden simplemente no reproducir las radios, así que es bastante simple de su parte».
«Nosotros somos los que estamos en el calor del momento, bajo estrés, bajo presión, luchando, teniendo grandes accidentes; es mucho más fácil para ellos decirlo que para nosotros hacerlo -reforzó el escolta del campeonato-. Estamos ahí afuera poniendo nuestro corazón en la línea tratando de competir, estamos dando todo, nuestras frecuencias cardíacas están por las nubes, estamos poniendo nuestra pasión y amor en ello. Por supuesto que habrá algunas malas palabras de nuestra parte, pero eso es solo porque estamos intentando dar lo mejor de nosotros y nos sentimos maltratados cuando las cosas no salen bien, por la emoción y esas cosas».
Para Verstappen, la cuestión es más simple: «Todos maldicen. Algunas personas un poco más que otras. También depende un poco del idioma que hables». «Probablemente deberías limitarlo o tener un pequeño retraso para poder censurar algunas cosas -opinó-. Eso ayudará mucho más que imponer prohibiciones a los pilotos porque, por ejemplo, yo ni siquiera podría decir la palabra f. Y luego, disculpen el lenguaje, pero vamos, ¿qué somos? ¿Niños de cinco o seis años? Incluso si un niño de cinco o seis años está viendo, al final maldecirá de todos modos, aunque sus padres no lo permitan. Cuando crezcan, andarán con sus amigos y maldecirán. Así que sabes que esto no va a cambiar nada».
Para cuando se reanude la competencia, en el Circuito de las Américas, seguramente la espuma habrá bajado pero seguirán las preguntas en el aire. ¿Están dispuestas la FIA y la Fórmula 1 a perder a su mejor piloto? ¿Está dispuesto Max Verstappen a concretar su amenaza?
El apoyo a Verstappen: del grupo de Whatsapp de los pilotos y los jefes de equipo al sindicato
El apoyo al piloto de 26 años se multiplicó en el grupo de Whatsapp de los pilotos que integran la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA, por sus siglas en inglés). «Escribí en el chat de WhatsApp de la GPDA sobre la sanción y todos casi se estaban riendo. Como ‘¿qué demonios es eso?’ Así que es muy ridículo», reveló quien corre desde los 17 en la F1.
El presidente de la GPDA, Alex Wurz, confirmó lo dicho por Verstappen y afirmó que los pilotos de F1 se reunirán «internamente» para discutir el castigo de la FIA. «A nadie en el grupo de WhatsApp le gustó esto realmente. Todos los pilotos están enfadados por ello. Personalmente, no soy partidario de atacar verbalmente a tus oponentes. Pero si insulta a su coche, debería resolverlo con su jefe de equipo», detalló.
Con su experiencia de 69 carreras de F1 en Benetton, McLaren y Williams entre 1997 y 2007, el austríaco trazó el paralelismo con Drive to Survive, la serie de Netflix que lanzó la popularidad de la categoría entre los más jóvenes. «Por supuesto que hay que tener cuidado con las palabras que se eligen. Pero hoy en día también es difícil para un piloto ser auténtico y ser quien quiere ser. La F1 se ha hecho tan popular porque a los pilotos se les permite ser un poco más quienes quieren ser. Auténticos. Lo muestran en las redes sociales. Eso incluye cierto lenguaje -destacó-. Sin embargo, tendremos que acostumbrarnos a un presidente de la FIA que hace las cosas a su manera».
Pero no solo sus pares se encolumnaron detrás de Verstappen; también fue respaldado por los jefes de equipo. James Vowles, el «tio Vowles» para muchos argentinos en Twitter luego de que pusiera a Franco Colapinto sobre un Williams, lo elogió: «Cuando un piloto está en el coche, ellos son gladiadores jugándose la vida. Y en ocasiones, cualquiera de ustedes, si estuvieran jugando la vida, también mostrarían sus emociones. Así que, debemos ser cuidadosos y no sobrerreaccionar ante eso».
Frédéric Vasseur, de Ferrari, consideró que la sanción al neerlandés no aporta nada. «Creo que es un error pedirles a los pilotos que sean 100% respetuosos cuando están en el coche. Porque terminaremos por eliminar las radios y eso no sería bueno para el espectáculo. Ya sabes que somos el único deporte con micrófono puesto en el piloto. Si lo pusiéramos en otros deportes…», deslizó.
Quizás, el menos elogioso fue su jefe, Christian Horner: «Creo que Max ha dejado claros sus sentimientos al respecto. Por supuesto, todos estos pilotos son modelos a seguir. Pero, el lenguaje se utiliza en la vida cotidiana, quizás se podría haber tratado de forma ligeramente diferente, lo que habría evitado cualquier incomodidad».
Hamilton redobló la apuesta y le apuntó al presidente de la FIA
Desde que llegó a la presidencia de la FIA en 2021, Mohammed Ben Sulayem sumó varias controversias. En su capítulo más reciente, en una entrevista con Autosport en la que se refirió al lenguaje grosero de Verstappen, el dirigente emiratí dijo que la F1 debía diferenciarse de la música rap. Y fue Hamilton quien no tardó en recoger el guante, acusándolo de usar un lenguaje “estereotípico” con un “elemento racial”.
Cuando Sulayem anticipó que los pilotos podrían ser sancionados por utilizar malas palabras, algo que luego ocurrió con el tricampeón de la F1, dijo: Ben Sulayem dijo: “No somos raperos, ¿sabes? ¿Cuántas veces dicen la palabra f… («mierda», fuck en inglés) en un minuto? No estamos en eso. Eso son ellos y nosotros somos (nosotros)».
Si bien remarcó que los pilotos están “en el calor del momento”, reforzó: “Tenemos que ser cuidadosos con nuestra conducta. Necesitamos ser personas responsables. Porque imagina que estás sentado con tus hijos viendo la carrera y alguien dice todo este lenguaje soez. Quiero decir, ¿qué dirían tus hijos o nietos? ¿Qué les enseñarías si ese es tu deporte?”.
Hamilton no dejó pasar esas declaraciones públicas, que no cayeron bien entre los pilotos porque hubieran preferido que se los dijera en persona y no en los medios. «Decir ‘raperos’ es muy estereotípico -le endilgó al presidente de la FIA-. Si lo piensas, la mayoría de los raperos son negros. Así que cuando dice: ‘No somos como ellos’, esas son las palabras equivocadas. Hay un elemento racial ahí».