¿Hockey sobre hielo o boxeo? A veces la diferencia no es muy clara. Las peleas en la NHL, la liga más importante de hockey sobre hielo, son lo suficientemente frecuentes como para que los jugadores puedan pelear, por al menos un minuto, antes de ser separados por los árbitros. Este miércoles fueron Ryan Reaves y Mathieu Olivier los que dieron un espectáculo sobre el hielo, pero no anotando goles.
En el encuentro entre los Toronto Maple Leafs y los Columbus Blue Jackets se desató una pelea apenas dos minutos después del inicio del partido. Reaves, la estrella del equipo canadiense, tiene una reputación de instigar peleas, y al combinarlo con Olivier, quien rara vez se achica ante una provocación, se creó la receta perfecta para lo que se denominó como «La pelea de hockey del año».
El marcador iba 0-0, el partido recién empezaba, y ambos se miraron a los ojos, tiraron sus palos y se sacaron los guantes mientras el resto de los jugadores automáticamente les hacían espacio para que den un espectáculo. Casi como siguiendo un protocolo. Ambos extremos derechos se enfrentaron con los puños arriba, listos para pelearse.
El primer golpe lo dio Reaves después de un amague, y a partir de ahí empezaron a volar piñas sin cesar por unos 15 segundos. El primer casco que voló fue el de Olivier, quien parecía atrapado de la remera por el agarre de su rival, pero no tardó en iniciar una segunda tanda de puñetazos hasta sacarle el cabezal a Reaves.
Los árbitros miraban de un costado, esperando a que terminen para separarlos, y finalmente intervinieron después de una pausa de cinco segundos sin golpes. El público se paró para aplaudir, fascinados con el espectáculo que prometía un gran partido.
Sin embargo, no mostraron el mismo entusiasmo luego de la victoria de los Blue Jackets por 5-1. Incluso Auston Matthew, el capitán de los Maple Leafs que marcó el único gol de su equipo, admitió estar decepcionado con la actitud del público durante el partido.
«Me hubiera gustado ver un poco más de energía en el público después de eso», confesó el capitán en referencia a la pelea. «Estuvo muy callado hoy, incluso después de que dos jugadores se peleen así».
«Pero fue un gran momento para él», agregó sobre su compañero Reaves, un jugador veterano de 38 años con más de 900 partidos en su historial. A pesar de que no es raro de ver, las peleas en la NHL están disminuyendo su frecuencia, y para un jugador como Reaves que participó en 147 peleas, no es extraño verlo instigar un ida y vuelta de golpes como lo hizo frente a Olivier.