Diego Milito anunció que se subió a la carrera por la presidencia y generó un cimbronazo puertas adentro de Racing. Víctor Blanco todavía no resolvió si irá por la reelección, algo que venía evaluando, pero tampoco descarta una charla con el ex capitán, quien fuera secretario técnico durante su gestión. No obstante, estos movimientos en la escena política celeste y blanca no cambiaron los planes del actual titular de la Academia. Y el viernes por la noche, reunió 1.200 socios en Puerto Madero.
El flyer de la invitación era todo un lanzamiento de campaña. “Para seguir creciendo, Racing gana”, rezaba. Se promocionaba como un “gran encuentro” con sorteos, lunch y bebidas en el Johnny B. Good Casino. Junto a Blanco estuvo su hija, Bárbara, quien tiene un papel importante, ya que es la secretaria del club. Se montó un escenario en el que hablaron el tesorero Pablo Mena, el vice Alfredo Chiodini y el propio el presidente, que destacó el crecimiento institucional y deportivo de la última década.
Se mostraron dos videos con las obras que se están llevando adelante y tiene que ver con el predio de Ezeiza, a metros de la autopista Riccheri, donde se está construyendo un Centro de Alto Rendimiento Deportivo que contará con cuatro canchas y una concentración para el plantel profesional.
Esta semana, presentará su balance del ejercicio 2023/2024 que mostrará un balance que tendrá un superávit de 1.500.000 dólares. Lejos de los tiempos de la quiebra y los concursos de acreedores, el orden económico es uno de los caballitos de batalla del presidente.
Blanco tiene decido no confrontar con Milito, muy a pesar de que el bicampeón con la Academia abandonó su cargo en 2019 con algunas discrepancias. «Celebramos la decisión de Diego, siempre está bueno tener en Racing a gente que quiere al club”, le dijo al programa Racingmaníacos. Y agregó: «Lo importante es Racing, no importa si es Blanco o Milito. Quien asuma encontrará un club saneado económicamente por el trabajo de los últimos 10 años».
El propio presidente le manifestó a Clarín: “Faltan 40 días, no hay que apresurarse”. Recién en octubre se presentarán las listas. A esa altura, la expectativa es seguir compitiendo en la Sudamericana, el principal objetivo.
Hasta ahora, solo Milito y el ex vicepresidente Miguel Jiménez, que también estuvo con Blanco hasta que decidió apartarse, están dispuestos a competir. Resta saber si el oficialismo enfrentará al Príncipe, que irá acompañado por Hernán Lacunza, ex ministro de Economía de Mauricio Macri, y una serie de dirigentes que responden a distintos partidos políticos, desde el peronismo, el PRO y hasta un libertario.
“Diego tenía la libertad, como cualquiera, de presentarse a las elecciones. Era algo que esperábamos. Yo estoy feliz por la democracia del club. Iremos hablando y viendo qué es lo mejor para Racing. Empieza una etapa de charlas, de proyectos… Si ellos quieren encauzarse en lo nuestro o viceversa, veremos. Yo quiero lo mejor para Racing”, dijo Bárbara Blanco.
Blanco asumió tras el enfrentamiento que tuvieron Rodolfo Molina y Gastón Cogorno en 2013 y ganó las elecciones en 2014. Es posible decir que tuvo una auténtica década ganada con cinco títulos y una participación ininterrumpida en los torneos internacionales (Libertadores y Sudamericana). Vendió jugadores por más de 100 millones de dólares y se posicionó detrás de River y Boca.
Pero los hinchas piden más, claro. Y la presencia de Milito y un salto de calidad ponen al veterano dirigente frente a una coyuntura diferente. ¿Qué hará Blanco? El viernes, al menos, tuvo una importante muestra de apoyo.