No hay tenista en el mundo que dude a la hora de elegir entre enfrentar a una leyenda del deporte en la cancha central de cualquier torneo o medirse contra un adversario inferior en un escenario secundario. La primera opción gana por goleada. Algo de eso debió sentir ayer el nuevejuliense Mariano Navone cuando, una vez que superó al indio Nagal, se enteró del resultado en Bastad entre el español Rafael Nadal y el británico Cameron Norrie. Y seguramente una sonrisa se le habrá dibujado en el rostro al bueno de Navone cuando con un ace se decretó la victoria de uno de los mejores tenistas de todos los tiempos y el más grande de la historia en canchas lentas.

Justamente un posteo en el viejo Twitter alguien recuperó ayer. El 14 de mayo de 2014, tres días después de que el mallorquín ganara en Madrid y un puñado de semanas antes de su noveno título en Roland Garros, un Navone de apenas 13 años escribió: “Nadal en polvo es imposible de ganarle. Lo intentas por todos lados y no podes. Déjate de hinchar, Rafa”.

Ante ese Rafa admirado por todos e incluso por él mismo, por supuesto, se plantará este viernes Navone. Si consigue bajarlo del póster tendrá su chance aunque, más allá de las actualidades de cada uno, está claro que el ex número 1 del mundo creció partido a partido en el torneo sueco en el que se anotó incluso en el dobles para tomar más rápidamente ritmo de juego.

Es que Nadal tiene el objetivo de buscar una medalla olímpica en París 2024. Y Navone le pondrá la vara alta en un partido que para la gran revelación de nuestro país en la temporada tendrá ribetes tenísticos, físicos y, sobre todo, emocionales. Deberá disfrutar el juego, en definitiva. Sólo así habrá valido la pena el esfuerzo de llegar a enfrentar a un mito.



Fuente Clarin

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