En el tramo final de la Premier League, la lucha por entrar en la próxima Champions League está al rojo vivo. Y entre los protagonistas aparece el Manchester City, que tras más de una década en la élite europea volvió a mirar la tabla con atención. Esta vez, no quiere depender de milagros: venció 2-0 al Everton como visitante, con dos goles agónicos que lo mantienen en zona de clasificación.
El equipo de Pep Guardiola dominó el primer tiempo con claridad, aunque le faltó profundidad. Tuvo algunas chances para abrir el marcador, pero no logró traducir su dominio en el resultado. Con una posesión muy superior, los Citizens acusaron una vez más la ausencia de Erling Haaland, aún fuera por la lesión en el tobillo que sufrió a fines de marzo frente al Bournemouth.
En el complemento, el City vivió un pequeño calvario. Le costó hilvanar juego y por momentos fue superado por el Everton, que lo presionó alto y estuvo cerca de romper el cero. A los 81 minutos, Omar Marmoush estuvo a punto de sorprender, pero en lugar de gol fue un punto de inflexión: el equipo se despertó y reaccionó a tiempo.
A los 85′, Nico O’Reilly se vistió de héroe y puso el 1-0. Ya en el tiempo agregado, Mateo Kovacic selló la victoria con el 2-0 definitivo, aprovechando una defensa rival mal parada.
Con seis fechas por jugarse, Liverpool lidera la Premier con 76 puntos, 13 más que su escolta. Si este domingo le gana al Leicester como visitante, y si el Arsenal deja puntos en el camino ante el modesto Ipswich Town, los Reds podrían consagrarse campeones de manera anticipada.
Claro que parece difícil que el equipo de Mikel Arteta —envalentonado tras eliminar al Real Madrid y meterse en las semifinales de la Champions— se complique ante un rival que marcha 18º y está prácticamente condenado al descenso.
En cualquier caso, el equipo de Arne Slot jugará con el resultado puesto y sabrá si está en condiciones de celebrar su 20º título nacional, lo que le permitiría igualar al Manchester United como el máximo ganador de la historia del fútbol inglés. Además, rompería con la hegemonía del City, que viene de coronarse en las últimas cuatro ediciones.