La jornada pintaba redonda para Mateo Majdalani y para Eugenia Bosco, la pareja de Argentina que compite en la clase Nacra 17 en estos Juegos de París. El escenario del la Vela es en la Marina de Marsella, más exactamente en el puerto de Roucas-Blanc donde se juntan los atletas y miles de ciudadanos y turistas que disfrutan del agua del mar Mediterráneo. Con un calor penetrante, los argentinos afrontaron las últimas tres regatas antes de la gran final de este miércoles. Y el primer puesto en la décima prueba, con la descalificación de los líderes italianos (Ruggero Titta y Caterina Banti), encendió una ilusión que se propagó rápido por todo el país. El segundo puesto en la 11, con un quinto lugar para los tanos, aumentó un poco más la esperanza. Pero la regata 12 no salió según lo esperando (culminaron en el lugar 12 y tuvieron que utilizarla como descarte) y ahora encararán el evento final, la llamada Medal Race, desde las 9:43 (hora argentina), con grandes chances de subirse al podio, aunque para llegar al oro dependerán de una gran sorpresa.

“En la última regata nos costó salir de la línea de largada y después se nos complicó todo. Cambiaron un poquito las condiciones: se levantó muchos viento, especialmente en el lado de la cancha que nosotros creíamos que iba a estar favorecido. No lo fue y desde ahí quedamos muy atrás. Y era difícil pasar barcos porque era una prueba muy corta”, le reconoció a Clarín el timonel Majdalani. “El balance sigue siendo positivo. Hay que pasar la página y pensar en mañana. Nos tiene que servir para seguir enfocados de cara a la Medal Race, que es la más importante”, sumó Bosco.

Pasan uno a uno los velistas por una larga pasarela improvisada en el lugar. Allá, a unos cuantos metros, se escuchan las risas de los niños que disfrutan de un día de playa soñado. Acá, los periodistas se amontonan para buscar algún testimonio. Una rareza: en la Marina de Marsella hay bastantes más cronistas de los que había, por ejemplo, en los partidos de Argentina en la Sub-23. Los primeros en caminar son los italianos Tita y Banti, quienes, salvo un milagro, se quedarán con el oro. Por eso marchan sonrientes, tal vez conscientes de que no se les va a escapar. Al cabo, son los mejores del planeta: se colgaron la dorada en Tokio 2020 y fueron campeones en el Mundial de La Grande-Motte de este año.

Majdalani y Bosco son de los últimos en llegar a la zona mixta. Y también se los nota felices. “Antes de arrancar firmábamos absolutamente estar en esta posición de cara a la Medal Race. Tenemos que salir a lucharla como venimos haciendo hasta ahora, ir paso a paso”, explica Mateo.

-¿Ya tienen la estrategia para la Medal Race? ¿Van a salir en busca del oro?

Majdalani -Tenemos que sentarnos y observar los distintos escenarios. Lo principal es analizar cómo se desarrollará la largada. Ahí ya se van a plantear distintas alternativas. Esto es muy estratégico. También vamos a depender mucho de la actitud que tomen el resto de los barcos. A los planes los vamos a trazar con nuestro entrenador Javier Conte.

Bosco -Hay que seguir confiando. El barco anda bien y nosotros también. La clave es largar firmes. Será una regata diferente.

Seguramente Mateo y Eugenia están atravesados por la ansiedad. La posibilidad de escribir sus nombres en la historia del yachting argentino (que aportó 10 medallas a lo largo de todos los Juegos Olímpicos; solo es superado por el boxeo, con 24) está más latente que nunca. “Las últimas noches me estuvo costando un poco, pero es normal. Al final te acostumbrás y salís a competir con eso”, asegura Majdalani. Y completa Bosco: “Tenemos que estar tranquilos. Capaz no estamos acostumbrados a tanta exposición. Pero a bordo somos nosotros dos y nadie más. Hay que seguir. El objetivo es ganar una medalla, es lo que siempre soñamos”.

Zarparán entonces Majdalani y Bosco en su barco sin cabos de color verde (por cábala) y con las piedras de la suerte que acompañan a Mateo desde hace algunos años (un regalo de su mujer). Desde Argentina, todo un país los estará empujando. La chance de una segunda medalla es una certera posibilidad.

¿Qué necesitan para conseguir la medalla?

Majdalani y Bosco llegan a la Medal Race, a donde correr solo lo 10 mejores de la tabla general, como escoltas con 41 puntos. Recortaron diferencias con los italianos Ruggero Tita y Caterina Banti, los líderes con 27, mientras que aventajan por una buena diferencia los neozelandeses Wilkinson y Dawson, y a los británicos Gimson y Burnet (47), quienes marchan terceros.

De esta manera, la mesa les quedó servida para quedarse con una medalla en la Medal Race, regata que otorgará puntaje doble. Para asegurarse podio deberían evitar que los británicos o los neocelandeses los superen por más de dos puestos en la Medal, aunque también podrán pelear por el oro.

Para llegar a lo más alto en la general y obtener la segunda medalla de oro para la delegación argentina, Mateo Majdalani y Eugenia Bosco deberían ganarle por 7 puestos a la dupla italiana en la Medal, algo que ocurrió en sólo una de las doce carreras disputadas, la número 10.

No es descabellado que los argentinos ganen la Medal Race o que queden en los primeros puestos. Pero lo ilógico es que los italianos sean superados por todos los participantes. Así, el escenario más probable es que entre Argentina, Gran Bretaña y Nueva Zelanda se debatirán la medalla de plata y la de bronce.



Fuente Clarin

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