Sevilla fue protagonista este domingo de un episodio poco común que estuvo al límite de terminar en un escándalo, pero Lucas Ocampos logró poner paños fríos para que la situación no pase a mayores.
El partido frente a Celta de Vigo por la fecha número 29 de LaLiga quedó en un segundo plano cumplidos los 60 minutos de juego. Fue entonces cuando todo el banco de suplentes del equipo local quedó en el centro de la mira.
¿Qué ocurrió? El entrenador Quique Sánchez Flores decidió realizar algunas variantes y, entre ellas, eligió la salida de Youssef En-Nesyri, quien había convertido el único gol del cruce hasta ese momento.
El futbolista marroquí no se tomó nada bien el cambio: dejó la cancha despotricando y pateó todo a su paso. En ese momento, el técnico quiso intervenir, pero se topó con la furia del delantero, que le recriminó la idea de sacarlo de la cancha.
Apenas vio la secuencia, Lucas Ocampos, quien también había sido reemplazado, decidió interponerse entre su compañero y su deté para que el cruce de palabras no terminara en una gresca.
No sé si os habéis fijado⬇️⬇️
Quique se va detrás de En nesyri recriminándole su actitud a voces, cuando éste se levanta del banquillo y se va para el QSF se mete detrás de Ocampos como una rata.Están pasando cosas en el vestuario que no sabemos, no es normal ver así al morito. pic.twitter.com/HDFnLmnyEC
— Javi (@siempreysolosfc) March 17, 2024
Un resultado que poco ayuda al Sevilla
Paralelamente, el partido siguió su curso y las cámaras por momentos captaban algunos movimientos del banco de suplentes, donde la bronca siguió latente y no se calmó de inmediato. ¿El resultado? El visitante consiguió dar vuelta el marcador y Sevilla perdió 2 a 1 en un duelo clave por la permanencia.
Con esta derrota, el equipo blanquirrojo quedó en el puesto número 15 con 28 unidades, mientras que los de Galicia lograron acercarse: están debajo con 27 puntos, a cinco de la zona roja.