“Estoy listo para correr en la Fórmula 1”, afirmó sin titubear Franco Colapinto cuando dio un paseo con Clarín por las calles de Buenos Aires, en su visita que realizó a la Argentina, en medio de su ajetreada agenda como piloto de Fórmula 2, pero más aún como parte del staff del Williams Racing, de Fórmula 1.

“Me la paso 8 horas por día manejando en el simulador de Williams. Pero no es un video juego. Hay que tomar data, analizarla. Además de memorizar los circuitos, ser competitivo, compararse con los demás pilotos del equipo y no pegarse, por más que todo se resetee y no duela nada”, comentaba con un gran sentido del humor el piloto argentino de 21 años, que se veía más cerca de la máxima categoría de lo que todos podían imaginarse.

Colapinto llega a la Fórmula 1 por su propio talento. No sólo maneja muy bien, que sería lo fundamental. Además, se enfocó hacia su gran objetivo, que lo cumplirá el próximo fin de semana en el tradicional circuito de Monza, con el Gran Premio de Italia.

Franco hace todo lo que un piloto de la máxima categoría debe hacer. Es correcto, asume los compromisos formales, se esfuerza por el extenuante trabajo que compone ser piloto profesional. A esto se le suma su carisma, algo que trae innato.

Los demás pilotos de la Fórmula 2 se sorprenden con lo que arrastro en las redes sociales. La explicación a esto es que los argentinos somos muy fierreros, entonces ante cualquier circunstancia, tengo mucha repercusión. Nadie me dice nada, pero deben de estar celosos por esto”, comentó Franco en aquel recorrido a bordo del Ford Cobra Shelby que alistó Gulf en el evento de hace pocas semanas.

Más allá de sus bondades, en la pista y fuera de ella, los planetas se alinearon en favor del representante nacional, que a los 14 años se radicó en Europa con la meta puesta en llegar a la Fórmula 1.

Franco Colapinto había probado el Williams en Silverstone. Foto: APFranco Colapinto había probado el Williams en Silverstone. Foto: AP

La Fórmula 1 se está transformando. Con la llegada de Liberty Media para tomar las riendas de la disciplina, se privilegia la llegada de jóvenes talentos. También había una necesidad de contar con representantes de este rincón del planeta, teniendo en cuenta que Brasil por ahora no cuenta con pilotos de trascendencia.

A su vez, Colapinto se asoció con un grupo, Bullet Sports Management, para el manejo de su gestión comercial. Maria Catarineu es la cara visible de un conjunto que siempre se mostró son suma seriedad para unir los puntos necesarios para que el argentino se encaminara a una candidatura, que ahora por el accidente y los magros resultados del norteamericano Logan Sargeant, se precipitó en el debut en suelo italiano.

Llevó a Franco de la Fórmula 3 a la Fórmula 2. Para competir en la categoría previa a la máxima, el presupuesto es de unos 2,2 millones de euros. Para la Fórmula 1, la inversión es mayor. Pero no todo es dinero. Williams apuesta a sus jóvenes talentos y Franco es uno de ellos.

Así como el panorama se mostró fértil en la Fórmula 1, en la Argentina también hubo vientos de cambio. Grandes empresas se unieron en el objetivo de acompañar a Franco en una aventura que los argentinos no vivían desde hacía 23 años, cuando Gastón Mazzacane fue despojado de su butaca.

Gulf Argentina, Globant, Bigbox, Quilmes, Ripio están detrás del gran sueño. YPF participó activamente y el Automóvil Club Argentino (ACA), con su representación ante la Federación Internacional del Automóvil (FIA), apoyó desde lo institucional. Aún se recuerda cuando en la visita anterior, Franco salió al balcón de la casa madre del automovilismo argentino, sobre avenida Del Libertador, para saludar a sus fans.

Franco Colapinto durante su última visita por Argentina a principios de agosto. Foto: ReutersFranco Colapinto durante su última visita por Argentina a principios de agosto. Foto: Reuters

Uno de los apalancamientos más gravitantes que tuvo Colapinto fue el artista Bizarrap, el reconocido productor musical. «Él es un amigo, y queríamos hacer algo desde hace un tiempo», comentó el piloto, que diseñó un casco inspirado en el productor musical. Esto abrió otras puertas. «Después de lo de Biza, tuve el apoyo de Globant», afirmó. Justamente esa empresa apareció como sponsor de la Fórmula 1, más allá de Franco. Un dato que no pasa inadvertido en medio de las negociaciones.

El propio Marcos Galperín, fundador y responsable de la ascendente Mercado Libre, muy activo en las redes sociales, en su momento había respondido a un usuario que proponía a la empresa como sponsor del piloto argentino. Inmediatamente Galperín se hizo cargo del pedido y le respondió: «Quedaría hermoso y Fran es un crack, destinado a hacer grandes cosas».

“Sólo él sabe por todo lo que pasó. Lo bueno y lo malo… Lo cierto es que mientras todos se van a descansar, se queda mirando cámaras on board. Se entrena como nadie, se cuida, busca mejorar su rendimiento, es autocrítico. Paso por mucho sacrificio durante muchos años pero siempre con el objetivo en la mira”. Lo cuenta Aníbal Colapinto, el papá del nuevo piloto argentino en la Fórmula 1. Tal vez ahí radique el gran secreto de su éxito.

Colapinto fue confirmado para correr en lo que resta de la temporada 2024 en Williams Racing de Fórmula 1. Un sueño que parecía inalcanzable hace poco tiempo atrás, que parecía una locura algunos meses y que comenzó a madurar en las últimas semanas, para concretarse en las últimas horas. Apenas tiene dos entrenamientos reales (Abu Dhabi y Silverstone) y miles de horas en el simulador. La hora señalada llegó. Ahora Franco está por cumplir su gran sueño, por el que trabajó toda su vida y por el que afirmó que ya está listo.



Fuente Clarin

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