El legendario boxeador panameño Roberto Durán, de 72 años, tenía previsto someterse en las próximas horas a un procedimiento médico para que le coloquen un marcapasos tras haber sido internado este fin de semana después de que le detectaran una arteria obstruida.
Luego de haber generado preocupación tras su hospitalización, el cinco veces campeón mundial de boxeo y máxima gloria del deporte en Panamá recibió varios mensajes de aliento por parte de figuras del deporte tanto activas como retiradas, deseándole una pronta recuperación.
Su hijo, Robin Durán, dijo el lunes en el canal 2 de televisión local TVN que a su padre le colocarán el marcapasos porque, según los médicos, su corazón latía “un poco irregular debido a la obstrucción de la arteria”.
Agregó que ya se le había regularizado la presión arterial, que la tenía alta cuando acudió al hospital para examinarse donde se le detectó el problema cardíaco.
La familia compartió la madrugada del sábado un comunicado en la cuenta de Instagram de Durán diciendo que Mano de Piedra, había sufrido un bloqueo en la arteria y pidiendo que le deseen buena salud.
“Mi papá está bien, siempre ha estado estable”, aclaró Robin, al notar que mucha gente le preguntaba si su padre sufrió algún infarto o si estaba a punto de morir. “Él llegó al hospital bien. Llegó por un examen para un papeleo… ahí le ven en el ultrasonido que tiene la arteria bloqueada», explicó.
“Es delicado, pero dentro de lo delicado está bastante bien”, agregó. Su esposa Felicidad Iglesias, también habló junto a su hijo, y compartió lo que están viviendo: «La casa la tengo llena de personas llorando, les doy las gracias, no saben el amor que mi esposo le tiene a todo el pueblo panameño.»
Durán fue boxeador profesional por 34 años, desde los 16 hasta los 50, y retuvo el título de la categoría de peso ligero en 12 ocasiones. En su carrera profesional solo perdió 16 veces.
El panameño suele viajar constantemente al extranjero para firmar autógrafos, hablar sobre su vida y promocionar eventos de boxeo, pero luego de su hospitalización tuvo que cancelar un viaje a Chicago que tenía planeado.