Los herederos de Diego Armando Maradona le exigieron este lunes a la Justicia francesa la incautación del Balón de Oro que recibió por haber sido el mejor jugador del Mundial de México 1986 que ganó con la Selección Argentina que dirigía Carlos Salvador Bilardo. Los hijos del Diez no quieren el trofeo «vuelva a desaparecer», según explicó el abogado Gilles Moreu en declaraciones a la agencia EFE.
La demanda se formalizó ante el Tribunal de Apelación de Versalles un día después de que la casa de subastas Aguttes, de París, anunciara que suspendía la subasta de la reliquia programada para el 6 de junio, debido a que no se dan «las mejores condiciones» por la incertidumbre que causa el clima «contencioso» alrededor del objeto.
Especialistas creen que la subasta del galardón entregado por la FIFA podría superar los 10 millones de euros, con lo que se podría convertir en el objeto deportivo más caro de la historia.
«Queremos que el Balón sea confiscado (por las autoridades) para que no desaparezca una segunda vez, al menos mientras dura la investigación», señaló Moreu. Se espera que para el miércoles ya esté el dictamen de la demanda ante el Tribunal de Apelación de Versalles.
El Balón de Oro de Maradona estaba en posesión de un coleccionista franco-argelino que lo compró por un precio mucho menor en una subasta de segunda fila en París. Para la justicia francesa es el legítimo dueño del trofeo por haberlo comprado de buena fe y porque después de tres años nadie de la familia Maradona nadie lo reclamó.
Los Maradona, sin embargo,denunciaron que ese objeto fue robado de la caja fuerte de un banco de Nápoles en octubre de 1989 en un asalto organizado por la mafia italiana.
El camino del premio de Maradona
La historia del Balón de Oro al 10 se remonta a 1986, en el cabaret del Lido en París, donde Maradona recibió el reconocimiento luego de liderar la conquista de la segunda de las tres estrellas que posee hoy en día la Selección Argentina.
Por aquellos días, Diego guardó el premio en el banco de la provincia de Nápoles junto a algunos de sus objetos más preciados, como varios relojes de alta gama, una tiara de su representante Guillermo Coppola y diamantes de sus hijas Dalma y Giannina, quienes hoy reclaman su derecho como propietarias del trofeo de su padre, junto con Diego Junior, Jana y Diego Fernando.
El banco fue asaltado el 26 de octubre de 1989 por miembros del Clan Misso de la Camorra napolitana. Se llevaron una gran parte de las joyas del Diego, incluido el Balón de Oro. Pero el Pelusa no se las iba a dejar ganar tan fácil. Se contactó con los mafiosos para intentar recuperar sus pertenencias y les ofreció a cambio 15 millones de liras (el equivalente hoy a unos 7.700 euros).
Allí es donde el relato comienza a entrar en variables todavía más confusas. Muchos dicen que no le devolvieron el premio porque lo habían fundido para crear piezas de oro. Otros, como la firma Auguttes, afirman que uno de los mafiosos perdió el trofeo en un partido de póker y lo vendió para pagar sus deudas.
Lo que ocurrió con la esfera dorada entre 1989 y 2016 es un misterio, pero lo que sí se sabe con certeza es que fue recuperada por Abdelhamid B. La casa de subastas que posee hoy en día el Balón de Oro anunció el pasado 2 de abril que iba a ser subastado después de realizar todas las verificaciones necesarias para confirmar su autenticidad.
La familia de Maradona tomó conocimiento de su reaparición cuando Aguttes anunció en su página web la subasta (que sigue activa por el momento pese al comunicado de suspensión).
Aquellos que querían acceder a la subasta tenían que depositar 150 mil euros (160 mil dólares), y desde Aguttes aseguraron que “vale millones debido a lo singular que es”. De todas formas, los aspirantes al Balón de Oro de Maradona todavía tendrán que esperar.