La última imagen de Lionel Messi con la camiseta de la Selección argentina había sido el 14 de julio en Miami. Con la felicidad dibujada en su rostro, la Copa América entre sus brazos y el tobillo derecho hinchado. Casi tres meses después de aquella lesión que sufrió en la final continental que la Scaloneta le ganó a Colombia por 1 a 0 en Estados Unidos, el crack rosarino volvió a vestirse de celeste y blanco y tuvo una buena actuación, en medio de los charcos del campo de juego del estadio Monumental de Maturín.

Messi mostró las ganas y la voluntad de siempre por estar con la Selección Argentina. Y así lo reflejó tras el 1-1 en tierras venezolanas. “Se hizo larga la espera, me perdí muchos partidos en el club (Inter Miami), pero estoy contento de volver, estar otra vez acá y seguir teniendo actividad”, afirmó el zurdo, cansado por el gran desgaste que realizó durante lo 90 minutos.

Foto: EFE/ Ronald Peña R.Foto: EFE/ Ronald Peña R.

Si bien el primer tiempo fue de bajo vuelo, Messi igual dio el presente. Ejecutó el tiro libre que derivó en el gol de Nicolás Otamendi. Le metió una rosca fuerte y tras el mal despeje del arquero Rafael Romo y el rebote en Yordan Osorio, el defensor empujó la pelota.

A Messi le costó acomodarse al campo de juego. Había agua por todos lados, debido a las fuertes tormentas que azotaron a Maturín y se hacía difícil transitar la cancha con la pelota en los pies. Mucho menos darle velocidad al juego. Y el “10” no escondió el fastidio. “No se podía jugar con tanta agua, era difícil”, expresó, irritado.

En el segundo tiempo Messi levantó su nivel. Adaptó su juego a los charcos, se acomodó sobre la derecha y tuvo participación en varias jugadas de ataque de Argentina. Es más: casi hace un gol. Tras un gran pase de Rodrigo De Paul, quedó cara a cara con Romo y el arquero le tapó el remate.

Sobre el final también fue protagonista en una jugada en la que encaró de afuera hacia adentro y terminó en el piso tras chocar con un rival. Reclamó la falta pero no la hubo. Estuvo bien el árbitro uruguayo Gustavo Tejera. Se entendía, de todos modos, el enojo de Messi. De haber sido infracción, contaba con un tiro libre desde una posición muy favorables para su pegada.

Foto: AP / Ariana CubillosFoto: AP / Ariana Cubillos

Después del encuentro, Messi elogió a sus compañeros por el encuentro que hicieron. “Tuvimos que hacer otro partido y nos adaptamos. Luchamos la segunda pelota y todos los duelos”, aseguró.

También, contó qué habló con Scaloni en la anterior fecha FIFA, en la que no pudo estar: “Todavía no había jugado mucho en Inter Miami, había entrado poco, no estaba al cien por ciento ni en lo físico ni en el tobillo, todavía me molestaba, lo mejor era quedarme a entrenar”.

Y, de cara a lo que viene contó sus sensaciones a días de volver a jugar en suelo argentino. “Me pone muy feliz jugar en Argentina, extraño estar allá, así que me pone contento volver a jugar en el país”, expresó Leo, que volvió y va por más.



Fuente Clarin

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