La Selección Argentina vive días dulces, felices y solidarios. Después de la resonante victoria sobre Uruguay en el Centenario, potenciada por las ausencias de peso, entre ellas la de Lionel Messi, el plantel que conduce Lionel Scaloni hizo un amistoso abierto con la Sub-20 en Huracán para recaudar fondos para Bahía Blanca por la trágica inundación en esa ciudad y este domingo ya puso la cabeza en Brasil, el gran clásico sudamericano que se jugará en el Monumental el martes desde las 21.
Y de cara a ese encuentro, Argentina tiene un doble desafío. Por un lado, si no pierde conseguirá el boleto al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026 y por otro, intentará ganarle a un Brasil extraño y con vaivenes. En los resultados y en el juego. Es que la selección Verdeamarela ganó 6 partidos, empató 3 y perdió 4, de los 13 que jugó hasta ahora en las Eliminatorias Sudamericanas y en la fecha anterior pasó de haber podido quedar en el último puesto de los clasificados a quedar tercero tras el agónico triunfo a Colombia.
A su vez, el conjunto dirigido por Dorival Júnior es -a contramano de lo que indica la historia de la Canarinha– un equipo ultradefensivo, conservador y pragmático, que agrupa bien sus líneas. Pero, cuidado: es muy peligroso cuando sale de contraataque. Es que en ese juego potencia a sus individualidades y principales figuras como Rodrygo, Raphinha y Vinicius, quien se entrenó diferenciado pero igualmente jugaría ante Argentina. Neymar no estará porque una lesión muscular lo dejó afuera de la convocatoria para esta doble jornada.
Brasil carga con la presión del gran momento que viene teniendo Argentina desde hace casi cuatro años cuando la Albiceleste dio el golpe en la Copa América 2021 y le ganó la final en el Maracaná. Después llegó la Finalissima y el contundente triunfo a Italia, arrasó en las Eliminatorias y tocó el cielo con las manos en Qatar. Y la historia siguió. Con un gran andar nuevamente en el período previo al Mundial y otro título, el bicampeonato en la Copa América en Estados Unidos. Mientras, la Verdeamarela tuvo sus crisis, con cambios de técnicos incluidos.
Brasil no le gana a Argentina desde la semifinal de la Copa América 2019. Y el año pasado, sufrió en su tierra la primera derrota ante la Albiceleste por Eliminatorias. Fue triunfo argentino por 1 a 0 con gol de cabeza de Nicolás Otamendi, en una noche picante, con graves incidentes con los hinchas argentinos, que fueron atacados por simpatizantes brasileños y por la Policía de Río de Janeiro.
Mantener y demostrar el poderío futbolístico de los últimos años será un gran desafío para el equipo de Scaloni. El entrenador también podría hacer historia: si Argentina gana, se convertirá en el único técnico en derrotar en los dos partidos a Brasil por Eliminatorias, desde que se juegan ida y vuelta.
Para ir por la victoria, Argentina presentaría un equipo similar al que jugó con Uruguay en Montevideo, aunque habrá un cambio seguro: Rodrigo De Paul será titular. Volverá a formar el triángulo del medio con Enzo Fernández y Alexis Mac Allister. Entrará por Leandro Paredes o Giuliano Simeone.
El jugador de la Roma le daría un juego más interno y el del Atlético de Madrid puede ofrecer más recorrido por la banda, para aportar en ataque con desbordes y también para ayudar al lateral derecho en la marca. Justamente para el puesto de “4” puede haber una incógnita. ¿Sigue Nahuel Molina o aparece Juan Foyth? Es una chance para hacerle una marca pegajosa a Vinicius, algo en lo que Gonzalo Montiel es especialista pero el futbolista de River se encuentra lesionado.
Después, más allá de las ausencias de Messi y de Lautaro Martínez, Argentina tiene como punta de lanza a Julián Álvarez en el ataque y al triángulo de hierro en el fondo, conformado por Dibu Martínez, Cuti Romero y Otamendi.
Argentina va por la clasificación al Mundial ante Brasil. Sí, nada menos, que ante su eterno rival.