Edinson Cavani es el gran ausente en el fútbol de Boca Juniors. El delantero uruguayo aparece en todos los carteles de promoción del torneo, es la cara del club argentino en Estados Unidos, es el único futbolista del plantel que conocen hasta los estadounidenses. Pero el goleador no vio -ni verá- minutos en cancha. Todo indica que tampoco estará ni en el banco de suplentes este viernes frente al Bayern Múnich.
El Matador de Salto no estuvo en campo en ninguna de las prácticas que Boca realizó en la Universidad de Barry desde su desembarco a Estados Unidos, hace diez días. Cavani siempre trabajó en el gimnasio y en kinesiología para recuperarse de una lesión en el sóleo (se lesionó antes del Superclásico y apuró su regreso en el duelo ante Independiente, hace un mes, el 19 de mayo, cuando agravó su cuadro). Y para que la FIFA tenga una foto suya de pantalón corto, el plan le apunta al partido con Auckland City, en Nashville, el próximo martes.
Aunque sigue trabajando diferenciado, Boca mostró su entusiasmo en las redes sociales porque el goleador charrúa se calzó los botines en el entrenamiento de este miércoles y trabajó con la pelota por primera vez sobre el césped.
Para Riquelme, Cavani está jugando otro partido como «embajador» de Boca en el Mundial de Clubes. Es el que atrae los sponsors, el que modela las nuevas camisetas y el que aparece en las fotos con las visitas notables como Paul Pogba. También el que da una entrevista exclusiva para la cadena que tiene los derechos televisivos del torneo.
Serán claves para el uruguayo los entrenamientos de este miércoles y del jueves para saber si al menos puede ir al banco de suplentes ante el Bayern Múnich o si continúa con sus tareas protocolares como «la cara de Boca».