La temporada en Europa terminó hace rato para la Roma, que no logró acceder a la final de la Europa League. Es por eso que Leandro Paredes está de vacaciones -antes de sumarse a la Selección Argentina para participar de la Copa América- y aprovechó para alentar a Boca, el club donde se formó y debutó en Primera, y del que es hincha desde chiquito.
Pero para Paredes no hubo punto medio. El volante central que jugó en Chievo Verona, Roma, Empoli y Juventus en Italia; en Zenit de San Petersburgo, en Rusia; y se destacó en el PSG de Francia, decidió seguir el partido del conjunto que dirige Diego Martínez en la segunda bandeja de la Bombonera, ahí, en el corazón de La 12, la barra brava de Boca.
El futbolista que debutó en Boca en la temporada 2010-2011 y disputó 31 partidos y marcó 5 goles, estuvo con un buzo azul con el escudo de Boca en el pecho y se subió al paravalanchas para seguir el partido ante Nacional Potosí. Y se lo vio bien cerca de Mauro Martin, uno de los capos de la barra de Boca, que comparte el poder de la tribuna con el legendario Rafa Di Zeo.
Paredes había pasado ayer por BocaPredio, el búnker que tiene el Xeneize en Ezeiza y donde se entrena la Primera y todas las divisiones juveniles masculinas del club. El volante que el 29 de junio cumplirá 30 años y nació en San Justo se mostró cerca de Juan Román Riquelme, presidente del club y ex compañeros en Boca. Más de una vez, Paredes manifestó su deseo de regresar al club.
Lo que todavía es una incógnita es saber cuándo se concretará ese regreso. A Paredes todavía le quedan algunos años en plenitud en Europa. Pero Riquelme tiene casi cuatro años de gestión por delante. La promesa, además, sería con otro fanático del Xeneize y compañero de Paredes en la Roma: Paulo Dybala. El cordobés también quiere jugar en Primera con la camiseta de Boca (solo disputó la B Nacional con Instituto antes de dar el salto a Europa).