Una noche difícil tuvo Nicolás Jarry en el Masters 1000 de Miami. El chileno, que a los 28 años está atravesando un gran momento en su carrera, salió a la cancha para enfrentar a Daniil Medvedev, número cuatro del mundo, y meterse en semifinales; pero no logró dar el batacazo. Desde una accidentada entrada en calor, en la que golpeó a una ball girl sin querer, hasta algunos puntos en los que la red le jugó una mala pasada, la suerte no estuvo del lado del chileno, que a pesar de hacer un buen partido, perdió por 6-2 y 7-6 (9-7) y se despidió del certamen.

El partido ni siquiera había arrancado cuando Jarry, 23° del ranking, tuvo el primer sobresalto. Fue en medio del calentamiento previo, cuando estaba poniendo a punto su servicio. El chileno conectó un saque y la pelota terminó impactando en el rostro de una alcanza-pelotas que justo cruzaba por el fondo de la cancha, se resbaló y cuando intentaba mantener el equilibrio, recibió el golpe.

La reacción de Jarry fue inmediata. Sin perder tiempo, salió corriendo para comprobar que la ball girl estaba bien. Hasta la mujer de Medvedev, que estaba en el box del ruso, se preocupó por lo ocurrido (como mostraron las cámaras de televisión), pero afortunadamente, el impacto no fue muy fuerte y la chica pudo salir caminando del estadio, escoltada por Jarry.

El chileno luego intercambió una sonrisa con su rival, que también había seguido de cerca el momento, y continuó preparándose para el partido, que no arrancó bien para él.

Porque el moscovita, tercer favorito, fue mejor en el primer set, que se llevó sin muchos problemas. Pero Jarry levantó el nivel en el segundo y regaló algunos puntos que hicieron delirar a los chilenos presentes en la cancha. Pero no era su noche.

En el arranque del segundo capítulo, ya mucho más confiado, estaba jugando un puntazo con su saque y el marcador 0-1 y 30-0. Hizo correr a su adversario de una punta a la otra del court, pero cuando lo quiso cerrar, dejó la pelota en la red. Igual logró llevarse ese game y dar pelea durante el resto del parcial, que se definió en un tie break apretado.

«No fácil», escribió Medvedev en el lente de la cámara (como es costumbre que hagan los ganadores), reconociendo el gran trabajo que había hecho su rival.

«Fue un partido que me hubiera gustado jugarlo como terminé en los últimos juegos del segundo set», se lamentó Jarry. Pero reconoció: «Estoy contento con toda la semana, lo que fueron los partidos y el avance desde la primera ronda. A seguir por este camino, que me tiene muy bien y estoy muy contento por todo el trabajo».

Medvedev enfrentará ahora al italiano Jannik Sinner, el jugador más efectivo de la temporada (récord 20-1) y viene de derrotar a Machac, por el pase a la final. En tanto, el chileno, finalista este año en Buenos Aires (cayó ante Facundo Díaz Acosta) se enfocará en preparar la gira europea de polvo de ladrillo que culminará en Roland Garros.



Fuente Clarin

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