Ninguno de los organizadores del boxeo del Comité Olímpico Internacional habrán imaginado que uno de los duelos por los cuartos de final de la categoría femenina de 66 kilogramos iba a generar una expectativa digna de las carteleras de Las Vegas. De un lado, la señalada argelina Imane Khelif; del otro, la húngara Anna Luca Hamori, quien calentó la previa diciendo que no tenía miedo y que iba a acabar con la «bestia».
Estuvo repleto el París Norte Arena que está situado en el Centro de Exposiciones de Villepinte. Y expectante, especialmente por ese grupo de 200 argelinos eufóricos que estuvieron gritando por su compatriota y mostrando la bandera verde y blanca con una medialuna y una estrella roja en el centro desde una hora antes del inicio del combate. Sucede que apoyar a Imane se volvió una cuestión de estado para los nacidos en Argelia. «Disculpas. Nunca estuvo tan lleno el sector», decían los colaboradores a cada uno de los periodistas, más de 200, que en vano buscaban un lugar en los pupitres. Al menos algunos pudieron ver la disputa desde los pasillos.
Exactamente a las 17:37, hora de Francia, comenzó la velada. Y desde el inicio se evidenció que no había diferencias de físico y sí de jerarquía. Porque Khelif demostró ser mejor peleadora que Hamori. Por algo ganó por decisión unánime los tres rounds. Un dato: entre los 5 jueces estuvo el argentino Manuel Vilariño.
En el primero y el segundo round, la argelina brilló. Estuvo a tono con las expectativas. Hizo lo que quiso con la húngara, que sufrió los jabs y los derechazos cruzados. Recién en el último asalto pudo emparejar algo. Tal vez porque Imane ya tenía la certeza de que estaba ganando por amplio margen.
🇩🇿 Imane Khelif rompe en llanto de emoción tras ganarle a la hungara Luca Hamori (que posteó una imagen comparándola con una bestia en instagram, después borró).pic.twitter.com/bgNbmFsWZr
— Nahuel Lanzón (@nahuelzn) August 3, 2024
Es una boxeadora que da espectáculo Imane: baja la guardia, mueve las piernas como bailarina, pega y sale elegante, mira a sus hinchas cuando conecta. Se siente dueña de la escena. Y ya se aseguró una medalla por ser semifinalistas (en boxeo hay dos bronces), pero irá por la final el próximo martes cuando se mida ante la la tailandesa Janjaem Suwannapheng.
Se retiró llorando Imane, con el peso de todo lo sucedido en las últimas horas en sus espaldas. No debe ser sencillo convivir con el prejuicio de muchos. Rápido, todos los periodistas que estaban en el palco de prensa corrieron para encontrarse con la argelina. Sus hinchas la despidieron con una ovación y se fueron a seguir la fiesta afuera del recinto.
La historia de Khelif -que también compitió en Tokio 2020 y fue derrotada en rondas preliminares- ganó espacio en todos los medios del mundo por el abandono de la italiana Angela Carini. Se desató una polémica entonces porque generó dudas la inclusión de la africana en la categoría.
Primero lo objetivo. Khelif no es una mujer transexual, nació con aparato genital femenino, pero sí es una mujer intersexual; es decir, tiene cromosomas XY y altos niveles de testosterona, por lo que tiene una pequeña ventaja respecto a sus competidoras porque puede alcanzar fuerzas superiores.
Pero lo que trasciende en el escándalo Khelif es la pelea sin cuartel que mantienen el COI con la Asociación Internacional de Boxeo, a quien la considera con conductas poco éticas. Vale recordar, además, que el año pasado la IBA descalificó a la atleta árabe del Campeonato Mundial de Boxeo Femenino de la IBA en Nueva Delhi porque no cumplió con los criterios de elegibilidad para participar en la competencia femenina.
Pero el COI organiza en su totalidad la competición en los Juegos y tiene otra reglamentación. «Seamos muy claros: estamos hablando de boxeo femenino, son dos boxeadoras que nacieron mujeres, que crecieron como mujeres, que tienen pasaporte de mujeres y que han competido muchos años como mujeres», dijo el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.
¿Cuál fue la respuesta de la Asociación? Premiará a la italiana Carini como si hubiese ganado la medalla de oro. Así lo informó el presidente, Umar Kremlev. Carini, recibirá 100 mil dólares, de los cuales 50 mil irán a parar a la atleta, 25 mil al entrenador y otros 25 mil a la federación a la que ella pertenece. «No podía mirar sus lágrimas», dijo Kremlev. Y agregó: “No soy indiferente a este tipo de situaciones y puedo asegurarles que protegeremos a todos los boxeadores. No entiendo por qué matan el boxeo femenino. Sólo las atletas femeninas elegibles deberían competir en el ring por razones de seguridad”.