Datos. No opinión. Eso será lo que llevará a la plana mayor de Red Bull a tomar una decisión antes del Gran Premio de Japón de Fórmula 1, que se correrá el primer fin de semana de abril en el circuito internacional de Suzuka. ¿Cuál es la decisión? Sostener o despedir al neozelandés Liam Lawson, que tuvo un paupérrimo inicio de temporada en su rol de compañero de equipo del neerlandés Max Verstappen. ¿Cuáles serán las consecuencias? Un eventual ascenso para el japonés Yuki Tsunoda desde Racing Bulls y una vacante en la escudería satélite que podría quedar en poder de Franco Colapinto, hoy piloto de reserva de Alpine, a préstamo por cinco años desde Williams.
«Tenemos datos de las dos primeras carreras y los analizaremos detenidamente. Tenemos 400 ingenieros en el equipo y 600 sensores en el coche, así que tenemos una enorme cantidad de información que revisar», respondió Christian Horner, mandamás de RB, todavía en el paddock de Shanghai, ante las punzantes consultas de la prensa especializada sobre la continuidad de Lawson, que hasta ahora es el peor de los novatos en este inicio de temporada. Y eso que el australiano Jack Doohan se esfuerza por hacerle sombra.
En Australia, el neozelandés fue el peor debutante de Red Bull en Fórmula 1, clasificándose 18º antes de abandonar por accidente. La situación no mejoró en China, donde se clasificó último tanto para la carrera Sprint como para la del domingo, donde finalizó 12° beneficiado por los abandonos y las desclasificaciones.
Es por eso que Lawson quedó en el banquillo y con todos los focos apuntando sobre él. Y los datos serán fundamentales para analizar cuánta responsabilidad tiene y cuánta es culpa de un auto que está lejos de su mejor versión. De hecho, su antecesor, el mexicano Sergio Pérez, lo padeció la temporada pasada. Incluso el propio Verstappen hace malabares para seguir peleando con los McLaren, hoy un paso adelante que el resto de los autos de la parrilla.
Es por eso que Lawson todavía no pasó por el patíbulo. Los datos que analizarán los ingenieros permitirán saber si el chico tiene margen para crecer o no. Y eso es lo que intentó justificar Horner una vez finalizada la prueba en China. «Creo que Liam todavía tiene potencial. De momento no nos estamos dando cuenta. Creo que el problema para él es que ha tenido un par de fines de semana muy duros. Tiene a todos los medios de comunicación encima y la presión crece de forma natural en este negocio. Lo siento mucho por él. Se puede ver que es muy duro para él en este momento», sostuvo el mandamás de la escudería, quien no quiere exponerlo aún más públicamente. Sin embargo, es sabido que no le tiembla el pulso a la hora de correr a los pilotos que no rinden de acuerdo a lo esperado. El francés Pierre Gasly, el tailandés Alex Albon y hasta el propio Checo Pérez pueden dar prueba de ello. Y siguen las firmas…
Si Lawson es hallado responsable principal del mal rendimiento del auto es un secreto a voces que su lugar será ocupado por Tsunoda, que viene haciendo muy bien las cosas en Racing Bulls, la escudería satélite de la empresa que forjó un imperio deportivo a partir de las bebidas energizantes. El asiático exprimió al máximo a un auto que es veloz, pero que va mermando su rendimiento con el correr de las carreras. El domingo, de hecho, se rompió solo cuando estaba en zona de puntos y esa rotura lo terminó condenando.
También es cierto -y no es nada menor- que la puesta a punto del RB es mucho más sencilla que la de los Red Bull. Al parecer, los dos autos están hechos a medida del genio de Mad Max. Con un tren delantero muy potente y un tren trasero mucho más flojo. Sólo el tetracampeón mundial, con su talento extraordinario, es capaz de domarlo.
El efecto dominó que desencadenaría la salida de Lawson de Red Bull y el ascenso de Tsunoda desde Racing Bulls podría culminar con una mudanza inesperada de Colapinto desde Alpine. Es que en la escudería austríaca no estarían dispuestos a hacer un simple enroque de piezas y es por eso que el neozelandés, de buenas a primeras, se quedaría sin lugar en la Máxima. El oceánico, en el mejor de los casos y con sacudón psicológico incluido, podría quedar como piloto de reserva de RB.
Lo dio a entender Horner sin demasiadas vueltas: «Liam es un chico joven. Tenemos el deber de cuidar de él. Y vamos a hacer todo lo que podamos para apoyarlo. Sigue siendo un piloto muy capaz. Lo sabemos. Simplemente no lo estamos viendo por alguna razón. No lo vemos capaz de hacerlo en este momento».
¿Por qué Colapinto iría a Racing Bulls? Primero porque es un piloto probado que demostró ser valiente y veloz, más allá de los accidentes que lo terminaron complicando sobre el final de la temporada pasada durante su paso por uno de los Williams. Segundo porque hay quienes aseguran que Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull, estuvo de visita por el paddock de Alpine durante el fin de semana en Shanghai.
Sin embargo, la movida también está vinculada a la suerte que correrá el argentino en la escudería francesa. Es que Doohan exhibió dos caras en los dos primeros fines de semana de la temporada. Por un lado, demostró que es casi igual de rápido que Gasly, el piloto número uno, algo que era una preocupación para Flavio Briatore. Por el otro, cometió errores de novato de viernes a domingo, tanto en Australia como en China, que le valieron el enojo justificado de sus rivales y, además, cuatro puntos de su superlicencia.
Es por es que desde los cuarteles de Colapinto no ven como una mala alternativa la posibilidad de subirse al Racing Bulls. Pero por ahora sólo es una posibilidad. Tan seductora como lejana. Porque todavía falta que la cúpula mayor de Red Bull tome decisiones. Y porque si las toma llegará el esperado efecto dominó, incluido el tiempo de los vericuetos legales para que el préstamo de Williams a Alpine se extienda a la escudería austríaca.