las cinco claves del primer tiempo de un partido de alto voltaje y muy poco fútbol

Argentina y Chile empatan sin goles al cabo del primer tiempo del partido que juegan en el estadio MetLife de Nueva Jersey por la segunda fecha del Grupo A de la Copa América, donde Canadá horas antes dio el golpe y le ganó por 1-0 a Perú. A continuación las cinco clave del período inicial.

Lionel Scaloni apostó a un equipo versátil. En defensa se paró 4-4-2, pero en ataque mutaba a un 3-5-2, con Nico González y Nahuel Molina bien abiertos por las bandas. Más allá de la amplitud que buscaba el entrenador, al equipo le costaba encontrar desborde por las bandas y moría en un toqueteo intrascendente por el centro del campo.

La primera situación de riesgo llegó a los 22 minutos de juego luego de un desborde del hombre de Fiorentina que Julián Álvarez no pudo capitalizar. A partir de entonces, la Scaloneta empezó a llegar más por los costados.

Ricardo Gareca, viejo zorro, también presentó un equipo capaz de desdoblarse. El 4-4-2 se tranformaba por momentos en un 4-1-4-1 a la hora de atacar. No presionaban los trasandinos la salida de Cuti Romero y Lisandro Martínez, pero si ajustaba marcas cuando la pelota estaba en los pies de Alexis Mac Allister, Enzo Fernández y Rodrigo De Paul, que lucían muy imprecisos.

El campo de juego, otra vez, se robó el protagonismo. Y para mal. Exceso de arena en las bandas, desparejo en el medio, provocaba que los futbolistas tuvieran dificultades a la hora de encontrar precisión en los pases. La cancha no estaba rápida como les gusta a los jugadores. Y se notaba.

Messi, tocado, preocupó a todos. A los 22 minutos del primer tiempo, Leo fue embestido por Suazo. Y pidió asistencia médica. Pero nada que ver con el golpe. Le molestaba el aductor derecho y fue asistido por el kinesiólogo Luis García que lo masajeó durante un par de minutos. Pareció que no podía seguir, pero luego mágicamente se activó y terminó muy bien.

Un árbitro permisivo. El uruguayo Aníbal Matonte dejó seguir mucho y a los argentinos no les gustó. Hubo un par de infracciones cerca del área de Bravo que el juez entendió que no era nada. De Paul, como de costumbre, encabezó los reclamos. Sobre el final, el hombre de Atlético de Madrid se le fue al humo después de que Messi le reclamara airadamente.