El final de la película ya se conoce pero no por eso pierde emotividad, sino todo lo contrario. Y esa quizás sea la clave por la que “1975: la vuelta” atrapa de principio a fin. Se trata, ni más ni menos, que del documental que recrea el festejo del torneo argentino más esperado de River, el Metropolitano 1975, el que cortó una sequía de 18 años sin títulos. Y la producción narra aquella epopeya en medio de un complejo contexto social, económico y político en el país.
El desafío que encararon los directores Guido Mignogna y Lucas Spósito, y el productor ejecutivo, Claudio Etcheverry, fue revivir uno de los capítulos más emocionantes de la rica historia de River a partir de los personajes, de la revolución que causó en los hinchas el retorno de Angel Labruna, el máximo ídolo del club, de anécdotas, de un repaso de la campaña con muchos detalles y del relato de un contexto difícil y sensible tanto en el club como en el país.
En Núñez ya era una carga insufrible no conseguir un título desde 1957, y a la vez muy despiadado, porque River en ese lapso fue once veces subcampeón, al igual que en la Libertadores 1966, cuando recibió el mote de gallina luego de perder por 4 a 2 el encuentro decisivo ante Peñarol en Chile tras ir ganando 2 a 0. En aquel Metro 75, como para espantar todos los fantasmas, ese apodo se convertiría en una reivindicación eterna, que daría origen a “las gallinas de los huevos de oro”.
Y a su vez, en Argentina se vivía una crisis política, económica y social que hacía tambalear al sistema democrático, con una presidenta, Isabel Martínez de Perón, debilitada, una coyuntura agravada producto del “Rodrigazo” (así se denominó al plan instrumentado por el entonces ministro de economía, Celestino Rodrigo), la oscuridad de López Rega y la Triple A, (Alianza Anticomunista Argentina), la organización parapolicial creada durante el gobierno y la sombra de una dictadura cívico militar que lamentable se concretaría con el Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
Este panorama involucró tanto al fútbol que el River de Labruna se consagró campeón en plena huelga general de jugadores. Entonces, los juveniles que tuvieron que salir a la cancha a disputar el partido definitorio ante Argentinos en Liniers también ocuparon un lugar preponderante en este documental que tiene una duración cercana a los 70 minutos y que tras seis años de trabajo (demorado por el aislamiento por la pandemia de Covid-19), vio la luz y fue estrenado en el festival del BAFICI y fue emitido en dos funciones, una en el Cinepolis Plaza Houssay y el otro en Cine Arte Cacodelphia.
La vuelta está a la altura del paladar riverplatense. Y en el regreso a aquella época también invita a la nostalgia y a los recuerdos pintorescos, como así también a la música del momento. Suena “Zapatos rotos”, canción de Los Náufragos, uno de los hits de aquel momento y Palito Ortega, quien también participa del documental y cuenta sus encuentros con los jugadores en la concentración y hasta la participación en entrenamientos, imágenes de archivo que acompañan.
Hay varias anécdotas jocosas, como una la que cuenta Oscar Pinino Mas, sobre que en la concentración hacían apuestas hasta cuando veían una mosca y jugaban para qué lado saldría volando o las mesas de póker en las habitaciones de las que participaba hasta Labruna. También,
Una gran perla la da el testimonio de Aldo Méndez, entonces un juvenil de Argentinos Juniors (fallecido tras la filmación) que jugó pocos minutos en Primera, justamente ante River en la noche de la esperada consagración, y que en un puñado de horas pasó de enloquecer a sus rivales en el campo de juego a viajar al Monumental para sumarse a la multitud, como el fanático de River que él también era, en los posteriores festejos por el título.
En lo estrictamente futbolístico, la vuelta reconstruye primero la catarata de fracasos iniciado en 1957 y luego, ya con el regreso esperado e impresionante de Labruna y la campaña de 38 partidos que pone fin a la maldición, en la cual se destaca el clásico con San Lorenzo, del 3 de agosto, en la antepenúltima fecha en el Monumental cuando vuelve el Beto Alonso tras una suspensión de 6 fechas y convierte los dos goles del 2-0 con el que River quedó a un pasito del título.
A los goles y a las imagénes inéditas donadas por hinchas en el viejo formato de cámaras Super 8, y las notas de los diarios de la época, en un gran trabajo de investigación, se le suman los testimonios actuales de los artífices del título: Norberto Beto Alonso, Ubaldo Pato Fillol, Carlos Puma Morete, Juan José Negro López, Pedro González, Héctor Gorrión López y Jorge Vitrola Ghiso. A su vez, también de algunos de los juveniles que salieron a la cancha la noche del 14 de agosto en Liniers para ganarle 1 a 0 Argentinos Juniors y sellar el título, entre ellos Norberto Bruno (autor del gol emblemático), Fernando Zappia, Rubén Cabrera, Francisco Groppa, Rodolfo Radaelli y Héctor Bargas.
“Dije que volvía para ser campeón y cumplí”, festejó Angelito, personaje central de este film por su identificación e infinito amor por River. El Feo estaba tan convencido de cambiar la historia que en su primera reunión con el presidente Aragón Cabrera, le aseguró: “Si querés que salgamos campeones tráeme a Perfumo, Ártico, Raimondo y Comelles”.
Según contó varias veces el propio Labruna, él se dio cuenta de que había formado un equipo campeón durante la pretemporada que el plantel hizo en Necochea, no sólo por la calidad de los jugadores sino por la solidez humana del grupo, que se bancaba las bromas de Pinino Mas, las concentraciones y hasta era capaz de sumarse a las apuestas ficticias que les proponía el Feo. “Antes de un partido contra Boca nos dijo que un hincha de ellos nos quería apostar plata y nosotros aceptamos porque estábamos convencidos de que íbamos a ganar. Pasó eso y cobramos, pero después nos contaron que el mismo Ángel había puesto la guita. Un personaje”, recuerda Jota Jota López en un pasaje del documental.
Otra anécdota tremenda es que la mayoría de los juveniles que dieron la vuelta en la cancha de Vélez y después continuaron la fiesta en el Monumental regresaron a sus casas en colectivo esa noche y la gente no los reconocía.
Entre los relatos, se destacan también los de otra gloria riverplatense, Daniel Onega, quien padeció los años de sequía, los de los historiadores Klaus Gallo y Osvaldo Gorgazzi, y los de los periodistas Fernando Bravo, Carlos Ares y Marcelo Araujo, como así también el de Felipe Solá, quien da su visión política de la época, y del ex arquero José Perico Pérez, quien trata de aclarar por qué se dio la huelga en ese momento.
Pérez había atajado en River (entre 1969 y 1974) y en 1975 ya era dirigente de Futbolistas Argentinos Agremiados. La sospecha entre los campeones de River del Metropolitano ´75 de que le jugó en contra a sus ex compañeros sigue latente hasta hoy y el documental logra captar esa tensión.
Pérez, lógciamente, se defiende y da su postura. La medida de fuerza, por la que se peleaba por el estatuto del futbolista, llega en un momento crucial, en la definición de un campeonato. Y luego de levantarse el paro y de la finalización del torneo, se firmó el Convenio Colectivo de Trabajo para los jugadores.
En la última fecha, River recibió a Racing en el Monumental, que explotó, con una fiesta interminable. De hecho, el segundo tiempo no se jugó por la invasión de hinchas en el entretiempo, con el partido 2-0 a favor del equipo de Núñez. Y tanto los futbolistas como Labruna fueron llevados en andas. Habían hecho historia y así serán recordados eternamente.