Si hay un equipo que puede discutirle a la Scaloneta el rótulo de “mejor selección del mundo”, ese es España. Sin el brillo de otras ocasiones, venció 5-4 a Francia en un partidazo disputado en el estadio Mercedes Benz de Stuttgart, alcanzó su 19° encuentro invicto y jugará por tercer año consecutivo la final de la Nations League. El domingo a las 16:00 (hora argentina) enfrentará en el Allianz Arena de Múnich a Portugal, que había vencido 2-1 a Alemania.

Defensor del título en esta cuarta edición de la Liga de las Naciones de la UEFA y campeón reinante de la Eurocopa, España hizo gala de toda su efectividad para vencer a Francia, otra de las potencias que con el poderío ofensivo de Kylian Mbappé, Ousmane Dembelé y Desiré Doué amenazaba con romperle el invicto a su rival en un duelo que tuvo el atractivo de ver cara a cara a Dembelé con Lamine Yamal, los dos principales aspirantes a quedarse con el Balón de Oro.

Ninguno quiso resignar la posesión y de arranque se vio un partido intenso y disputado con cantidad de ocasiones de gol de un lado y del otro. Primero, a los once minutos de juego, Theo Hernández recibió al borde del área un pase de Dembelé que Adrien Rabiot dejó pasar y, aunque controló mal y parecía que se diluía el peligro, estuvo a centímetros del gritar el primero. La pelota pegó en la unión entre el palo derecho de Unai Simón y el travesaño. Luego, a los 18’, respondió La Roja: Nico Williams ingresó al área lanzado en velocidad tras recibir de Mikel Merino y remató sobre la marca de Ibrahima Konaté. El arquero Mike Maignan despejó la pelota con los pies.

Hasta allí, como fue durante gran parte del encuentro, se vio un partido parejo. Pero en dos jugadas pegó España, que fue pura efectividad. A los 22’, una nueva acción iniciada por Lamine Yamal derivó en el 1-0: el crack de 17 años, como tantas veces a lo largo de la noche, encaró de la derecha hacia el centro y habilitó a Mikel Oyarzabal, que de espaldas aguantó la pelota y esperó el momento exacto para dejar de cara al gol a Nico Williams. Y el delantero de Athletic Club de Bilbao no falló. Luego, apenas tres minutos más tarde, Mikel Merino recibió de Oyarzabal, aprovechó el momento de confusión de Francia y sin marca definió al primer palo para el 2-0.

Kylian Mbappé, Desiré Doué y Ousmane Dembelé, las tres estrellas del ataque francés, se encontraron durante el tramo final del primer tiempo con grandes atajadas de Unai Simón, una de las figuras. Parecía injusto el 2-0, pero ese fue el resultado camino a los vestuarios.

Y la tendencia se mantuvo en el inicio del complemento: Theo Hernández y Dembelé tuvieron el descuento tempranamente, pero en otra ráfaga de tres minutos llegaron el tercero y el cuarto. Una jugada de contraataque derivó en un penal de Rabiot a Yamal que el propio jugador del Barcelona convirtió al definir cruzado. Y Pedri, otro que por su fantástica temporada podría aspirar al Balón de Oro, gritó el 4-0 tras picarla de zurda ante la salida de Maignan.

¿Partido liquidado? Nada de eso. Como en la inolvidable semifinal de Champions League que Barcelona perdió ante Inter de Milán, se vio a un equipo español tan poderoso ofensivamente como endeble atrás. Lo que sufrieron los dirigidos por Hansi Flick también lo padecieron los de Luis de la Fuente.

Francia siguió insistiendo y ya no pudo Unai Simón contras las jugadas de peligro que se sucedían una detrás de la otra. Mbappé marcó el descuento y solo generó un puño apretado de Deschamps, mientras que los tantos posteriores de Cherki, Daniel Vivian -en contra- y Kolo Muani le aportaron dramatismo a otra nueva función de fútbol total.

Mientras tanto, desde Chile, Lionel Scaloni observó por la TV al rival que tendrá en la Finalissima. Todavía no hay fecha ni sede, pero será un partido para no perderse.



Fuente Clarin

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