la revista Time ubicó a Inter Miami entre las 100 compañías más influyentes

El 15 de julio de 2023 es un punto de inflexión en la historia del fútbol de Estados Unidos. Ese día Lionel Messi firmó su contrato con el Inter Miami, hasta ese momento un ignoto equipo de la Major League Soccer que apenas se disponía a jugar su cuarta temporada en la liga. Menos de un año más tarde, el equipo propiedad de los hermanos Mas y de David Beckham ya tiene su primer título (la Leagues Cup) y lidera la Conferencia Este en la segunda temporada con Leo. Y ahora Inter Miami fue elegido por la revista Time como una de las 100 compañías más influyentes del mundo.

Inter Miami se metió en el ranking 2024 que publica la prestigiosa revista estadounidense, en la subcategoría «empresas líderes». Lo acompañan T-Mobile, BMW y United Airlines. La categoría global la encabeza la celebridad Selena Gómez, que se ganó la tapa por su influencia en el mundo de la música y la moda.

Paola García, publicista de Inter Miami, reposteó en su cuenta de X el reconocimiento que recibió el equipo, que tuvo una imagen emblema: la de Lionel Messi.

«El propietario gerente del Inter Miami, Jorge Mas, sabe que Messi, que tiene 36 años y firmó con el Inter Miami hasta la temporada 2025, no puede jugar para siempre. Pero cree que, tras la Messimanía, los mejores jugadores del mundo encontrarán su camino al sur de Florida», reseñó la publicación sobre el equipo, con la lupa sobre el rosarino, de probado aporte dentro de la cancha y también fuera del campo de juego.

El boom se remonta a aquel 22 de julio de 2023, ante el Cruz Azul de México, por la Leagues Cup. Fue el partido del desembarco del rosarino, campeón del mundo y multipremiado, pero maltrecho por un paso por PSG en el que no logró el objetivo máximo: que los parisinos levantaran por primera vez en la historia la Champions League.

La revolución global que causó su llegada a Miami demostró, sin embargo, que sigue vigente en el plano deportivo: en el minuto 94, con un golazo de tiro libre, inclinó el partido en favor de Inter. Y también comprobó que se mantiene como un factor fundamental a la hora de los negocios, para maravilla del jet set local y de las grandes figuras que se acercaron a ver -como testigos directos- la leyenda que cruzó el charco.

Con la consagración en esa Leagues Cup, que reúne equipos de la MLS y de México, los propietarios del equipo redoblaron la apuesta y les abrieron las puertas de Inter Miami a jugadores de jerarquía internacional. Así, Messi fue la estrella máxima en un plantel con grandes figuras, viejos conocidos y jugadores locales.

Sergio Busquets y Jordi Alba, primero. Luis Suárez, después. Tal vez Ángel Di María y Neymar dentro de poco. Todos ellos producen en Miami lo que intentó el Real Madrid a principios de los 2000 y Paris Saint Germain previo al Mundial de Qatar 2022: una constelación de astros futbolísticos que generan un terremoto comercial. Una jugada que surgió de forma espontánea en Barcelona, pero que en la capital francesa no tuvo el resultado esperado. Y que en Miami esperan que los lleve a dimensiones desconocidas para el soccer y la MLS.

«Nos hemos convertido en un faro para el deporte en los Estados Unidos. No creo que haya límites para el futuro», dijo Beckham, que -como empresario- intenta aplicar en el Inter las lecciones que aprendió en Manchester United y en aquel Madrid galáctico de Florentino Pérez. La declaración del Spice Boy la retomó Time para describir en casi 20 líneas al equipo que ya construye un nuevo estadio y que disparó la venta de suscripciones de Apple para el Pay Per View del torneo local.

El texto dedicado a Inter Miami comienza con un relato sobre uno de los directivos centrales de la estructura del equipo compañía: «Cuando el propietario gerente del Inter Miami, Jorge Mas, aterrizó junto con su equipo en Hong Kong en febrero para una exhibición de pretemporada, el mar de camisetas rosas del Inter Miami que vio confirmó lo que ha quedado claro: el equipo es ahora una empresa de relevancia mundial».

La revista, que semanas atrás eligió para su tapa al presidente argentino Javier Milei, evalúa luego el impacto del factor fundamental: «El poder estelar de Messi ha provocado un aumento de asistencia a la MLS. Inter Miami ha firmado nuevos patrocinios multinacionales, incluidos Visa, Royal Caribbean y JPMorgan Chase, y espera que los ingresos superen los $200 millones en 2024. Esa cifra establecería un nuevo récord en la MLS».

Para Messi fue también una mudanza en la que no sólo se convirtió en la cara del Inter sino que va camino a ser otro símbolo de Miami. Sus hijos ya se sienten cómodos en las divisiones infantiles del equipo, la familia entera sale a cenar a restaurantes de la ciudad y Lionel y Antonela se dejan ver en recitales y eventos culturales locales.

Mientras tanto, el desafío futbolístico continúa. Inter Miami está lanzado a conquistar su primera MLS. Lidera la conferencia este de la competencia, que en octubre entrará en la recta decisiva: los Playoffs. Será el tramo más importante para la MLS, pero no para el fútbol en Estados Unidos. Porque en semanas habrá una cita superior.

A los 36 años, Messi saldrá a la cancha el 20 de junio para que la Selección defienda la corona de la Copa América en los Estados Unidos, el mismo país que -junto con México y Canadá- albergará el Mundial 2026, en una sucesión deportiva similar a la de la Copa del Mundo 1994 y los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.

A esta altura, es incierto saber si el ex delantero de Barcelona y PSG jugará el Mundial dentro de dos años. Pero lo que está claro es su influencia en el mapa deportivo-empresarial que siempre tuvo su centro en Europa, que intentó ubicar satélites en Japón, China, Qatar y Arabia y que ahora se hace un nuevo rincón en la Florida.

Messi no está solo en el ranking de compañías influyentes que difundió la revista Time. El otro exponente deportivo es la WNBA. A la liga de básquet profesional femenina de Estados Unidos la califican como principal ejemplo de las empresas «disruptivas». Su influencia se refleja en Caitlin Clark, primera selección general por Indiana Fever durante el Draft de la liga de 2024.

Clark tiene 22 años. Fue campeona juvenil con la selección de Estados Unidos en los Mundiales 2019 y 2021 y también se consagró en el sub-16 de 2017, que se disputó en Argentina. Ya consigue noches de 30 puntos en Indiana, es líder del equipo en asistencias y triples por partido. Y aunque las Fever arrancaron con un pobre 1-7 en la conferencia este, la WNBA la proyecta como la cara del futuro. Como Anthony Edwards para la NBA. O como el rosarino que impulsa a Las Garzas del sudeste.

«Esta es una oportunidad fantástica y juntos continuaremos construyendo este hermoso proyecto», dijo Messi aquel 15 de julio de la presentación. Pasó menos de un año. El argentino sigue siendo, en términos de Time, un «dominant player». Con él, Inter Miami ya está lanzado a otro nivel.