El árbitro Nicolás Ramírez, debutante en un Superclásico, estaba teniendo un partido tranquilo en la Bombonera. River le ganaba a Boca con gol de Manuel Lanzini y no había jugadas polémicas que lo comprometieran, hasta que a los 51 minutos del segundo fue llamado para revisar una posible mano de Milton Giménez en el gol del empate agónico del conjunto boquense.

En primera instancia, el árbitro convalidó el tanto. Sin embargo, Héctor Paletta, el juez principal del VAR, le avisó que la pelota había golpeado en la mano de Giménez antes de superar a Franco Armani e ingresar al arco. Ramírez fue a ver la jugada al monitor y, tras unos segundos de analizar esa acción, anuló el gol.

El juego se reanudó con un tiro libre para el Millonario, que se defendió en los último minutos cerca de Armani y terminó consiguiendo un triunfo importante que le da un envión de confianza de cara al partido del martes ante Colo-Colo por la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores.



Fuente Clarin

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